Estos cinco religiosos se han congregado en la casa de espiritualidad «Nuestra Señora del Buen Consejo» y durante todo el mes de julio estarán reflexionando, compartiendo y orando, para responder con alegría a la llamada del Señor y afianzarse en su opción de incorporarse a la Orden de Agustinos Recoletos para toda la vida.
De China a Colombia
Los cinco participantes provienen de los más diversos lugares del mundo: Hugo Andrés Rubiano y Gustavo Adolfo Sánchez, de la provincia de Nuestra Señora de la Candelaria, en Colombia; Marcos Liu Yu, de la provincia de San Nicolás de Tolentino, en China; Danilo José Janegiz, de la provincia de Santo Tomás de Villanueva, en Brasil; y Sofiano Ayquipa, de la provincia de San José, en Perú.
José Ramón Pérez, presidente del Secretariado General de Formación de la Orden de Agustinos Recoletos, es el organizador y coordinador del encuentro.
Con él colaboran tres religiosos: Luciano Audisio, argentino, de la provincia de Santo Tomás de Villanueva; Juan Pablo Martínez, colombiano, de la provincia de Nuestra Señora de la Candelaria, y Fabián Martín, mexicano, de la provincia de San Nicolás de Tolentino.
Consagración religiosa y votos
Los primeros días han tratado los temas de la consagración religiosa y de la antropología de los consejos evangélicos o votos, como se les conoce comúnmente.
Dentro de la consagración religiosa, los aspectos humanos que más se ven implicados, cómo son el mundo de necesidades y deseos, y la forma de vivirlos libre y responsablemente son algunos de los puntos que han estudiado.
Los tres consejos evangélicos: castidad, pobreza y obediencia; o el tema de la identidad del consagrado y de la fidelidad en la vida religiosa, son otros de los aspectos que han conocido.
Visita al convento de Albaicín
Los religiosos también han tenido la oportunidad de visitar la Alhambra y el Generalife, dos monumentos artísticos representativos del paso de los árabes por la España medieval, y uno de los conventos de las religiosas agustinas recoletas de vida contemplativa de Granada, del barrio del Albaicín.
Con ellas se compartió el rezo de vísperas y un momento de adoración al Santísimo, para después, en el locutorio, en un ambiente de alegría y fraternidad pasar a compartir vida, vocación y algunos deliciosos pastelillos.