Ya podríamos emprender los mejores procesos de revitalización, pero, si no tenemos el convencimiento de ser comunidad, invertiremos esfuerzos en vano, preciándonos de seguir la Regla de san Agustín sin darnos cuenta que ha pasado a ser un libro más en nuestras bibliotecas. Si en verdad queremos comprometernos, la vivencia de la caridad será una fuente perenne de renovación, alegría y esperanza.
Autor: Héctor Manuel Calderón Muñoz
ITALIA