En la marcha ordinaria de la Orden, un capítulo provincial es algo ordinario. Significa una breve parada, una pausa de reflexión, cada tres o cuatro años. Este año de 2015, sin ir más lejos, coinciden cuatro capítulos provinciales, los correspondientes a cuatro de las ocho provincias que componen la Orden.
Rasgos especiales
Sin embargo, el Capítulo que se inauguró en Marcilla (Navarra) el pasado lunes 18 de mayo, reúne características especiales. La provincia de San Nicolás de Tolentino no sólo es la más antigua de la Orden, por remontarse al año 1621. Es también, con diferencia, la que cuenta con más religiosos, 302, casi un tercio de los agustinos recoletos. Estos tres centenares de frailes están repartidos en 49 comunidades, que atienden 158 ministerios en ocho países distintos (España, Italia, Reino Unido, China, Estados Unidos, México, Costa Rica y Brasil. No debe sorprender que sus representantes en este 126º Capítulo provincial asciendan a 31 y procedan de seis países diferentes.
Y se da también en Marcilla una novedad absoluta. Es la primera vez que en un Capítulo entra un provincial electo. Las Constituciones reformadas en 2010 ofrecen a las provincias una doble posibilidad de nombramiento del prior provincial. La primera es la tradicional: el Capítulo lo nombra de entre una terna votada por todos los religiosos. La segunda se introdujo entonces, y consiste en una doble votación para elegir al prior provincial desde la base. Cada provincia optó por una posibilidad. La de San Nicolás eligió la segunda, en la que resultó elegido fray Sergio Sánchez Moreno, que asiste como provincial electo a este Capítulo de Marcilla.
Y aún habría otra novedad, que tiene que ver con la persona de este provincial electo. Sánchez Moreno es mexicano y, en los casi cuatro siglos de esta Provincia, es la primera vez que su prior provincial no es español. Nada especialmente llamativo, por otra parte, si tenemos en cuenta que el componente español ha ido descendiendo progresivamente hasta ser en la actualidad el 61,37 %, mientras que el número de los religiosos americanos ha ido en aumento y alcanza ya el 27,84 %.
Primeras sesiones
Tras la obligada invocación al Espíritu Santo, pidiéndole luces, inauguró la asamblea el prior general, Miguel Miró, que exhortó a los capitulares a ser audaces y creativos, y a diferenciar entre objetivos y estructuras, persiguiendo siempre la revitalización.
E inmediatamente comenzó la parte informativa del Capítulo, protagonizada por el prior provincial saliente, Francisco Javier Jiménez. Partió éste de la consigna programática del capítulo anterior, celebrado en 2012: “Revitalización y nueva evangelización”. Manifestó no apreciar globalmente una profunda renovación, aunque sí ha observado un avance en la identidad carismática de los apostolados de la Provincia. En su opinión, ha llegado ya el momento de ocuparse de la reestructuración.
A continuación, el equipo de gobierno saliente recorrió a vista de pájaro el panorama espiritual de la Provincia. Destacó la novedad e importancia de los Centros de Espiritualidad Agustino-Recoleta (CEAR), creados sobre todo en México y Costa Rica. Y también señaló el esfuerzo realizado en la atención a las 24 fraternidades seglares, con casi 800 hermanos, que se integran en la Provincia.
En lo que se refiere a la formación inicial, Jiménez repasó una a una las ocho casas de formación que sostiene la Provincia, y encareció la responsabilidad de contar con 85 jóvenes seminaristas. Insistió por ello en la necesaria formación de formadores, la urgencia de formar equipos de formación más estables y la atención especial a la formación de los candidatos chinos. En relación con todo ello, el Provincial saliente dedicó una especial reflexión al fenómeno llamativo de los abandonos de la vida consagrada por parte de religiosos menores de 45 años.
En el apartado misional, en fin, causó un cierto dolor en el aula el anuncio de que, después de 18 años, la provincia de San Nicolás de Tolentino deja de colaborar con personal en la misión africana de Sierra Leona.