Mes de preparación a la profesión solemne
Las actividades más intensas han durado cuatro semanas y marcan un hito importante en la vida del religioso. La primera de ellas señala el límite entre su compromiso temporal y el definitivo de sus votos. Es el llamado Mes de Preparación Próxima Especial a la Profesión Solemne, que desde 1976 viven todos los jóvenes que están a punto de consagrarse a Dios definitivamente.
Por razones de tipo lingüístico, una vez más el Mes se ha desdoblado. En Filipinas (Seminario Casiciaco-Recoletos de Baguio, 15 junio – 15 julio) se ha celebrado uno en lengua inglesa. El de lengua española se ha tenido en España (Casa de Espiritualidad de San Millán de la Cogolla, La Rioja, 28 junio – 26 julio).
En Filipinas los candidatos eran sólo cinco, todos filipinos; mientras que los reunidos en San Millán eran 17 y procedían de ocho países: Perú, Colombia, Venezuela, Costa Rica, México, Brasil, Inglaterra y Guatemala. A ellos hay que añadir los correspondientes equipos responsables: tres religiosos en Baguio, por cuatro para el Mes de España. Como ponentes, han ido desfilando por uno y otro lugar diferentes religiosos, casi todos agustinos recoletos.
El temario es en los dos básicamente idéntico, distribuido por bloques semanales. Hay una semana dedicada a los ejercicios espirituales. Otra semana se dedica a reflexionar sobre la teología de la vida consagrada. Una tercera, sobre el carisma agustino recoleto. Y hay una cuarta semana de índole más bien informativa y testimonial, en la que se presenta a los jóvenes los diferentes horizontes apostólicos de la Orden.
Curso de renovación
Es una actividad intensiva de formación permanente implantada en la Orden hace más de 40 años. Se ofrece a todos los religiosos, que están llamados a participar en ella cada diez años, como mínimo. El criterio básico de organización es geográfico: los continentes de Europa y América se alternan anualmente, y el de Asia se convoca con cierta periodicidad.
El Curso de 2015 correspondía a Europa y se ha celebrado en Roma a partir del 21 de junio. Los participantes han sido 24, la mayor parte europeos, aunque también había colombianos, algún brasileño y un filipino. De nuevo el tema central era la interioridad. Por razones de actualidad, se le han añadido otros dos: la revitalización, que ahora centra la atención de la Orden; y la vida consagrada, cuyo Año especial celebra la Iglesia.
A cada uno de los tres temas, “Revitalización, Interioridad, Vida consagrada”, se dedicó una semana de reflexión, tanto desde la vertiente agustiniana como de la recoleta. Para ello se contó con la guía de varios religiosos de la Orden, así como de especialistas de fuera o de figuras eminentes como el prior general, Miguel Miró, o el secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica (CIVCSVA), arzobispo José Rodríguez Carvallo.
No todo había de ser reflexión y estudio. La estancia de un mes en la Ciudad Eterna pide impregnarse de tradición y vivencia hecha arte. Eso hicieron los participantes en el Curso. Para ellos serán inolvidables varias eucaristías, como las celebradas sobre el sepulcro de santa Mónica; o en Casia, junto a santa Rita; o en la basílica de Santa María Mayor o en la cripta de la Basílica Vaticana. Y guardarán recuerdo imborrable de su visita a Montefalco, el hogar de santa Clara, o la que hicieron a las catacumbas de San Calixto. Y serán tantos, en fin, los recuerdos y emociones que se les hayan quedado impresos en el alma.
Ejercicios espirituales
Es la actividad espiritual y formativa más tradicional y universal. Obliga a todos los religiosos y religiosas, y suele organizarse por países y zonas. Desde hace unos años, han uniformado su estructura y tema bajo la dirección de personal capacitado por el Equipo de Revitalización de la Orden.
Dentro del mes de julio han tenido lugar numerosas convocatorias. Varias, integradas en las actividades ya citadas de los dos meses de preparación a la profesión solemne y el Curso de Renovación. Pero no han sido las únicas. Junto con los profesos del Mes de San Millán, en el mismo monasterio pero aparte, los hacían del 12 al 18 de julio los 10 novicios de Monteagudo (Navarra), que así se preparaban para su próxima profesión.
En Colombia ya habían tenido un par de tandas en el mes de junio, y en ellas habían participado 17 y 37 religiosos. Ambas se celebraron en la cuna de la Recolección americana, el convento de El Desierto de la Candelaria (Ráquira, Boyacá). Allí tuvieron también la tercera, del 5 al 12 de julio, a la que asistieron otros 33 hermanos.
Dentro del mismo mes de julio, en España estaban programadas dos tandas de ejercicios espirituales. Una se celebró en mitad de la llanura castellana, en Valladolid, con una asistencia de 21 frailes. La segunda buscaba el clima más fresco de la montaña y tuvo lugar en el convento de San Millán de la Cogolla (La Rioja) los últimos días del mes, entre el 27 y el 31. A ella asistieron 25 religiosos.
Son casi 200 los recoletos que han participado en todas estas actividades. Y aún se podrían añadir otros que han acudido a cursillos de formación, como los 12 participantes del curso sobre las constituciones en el seminario de Santa Mónica, en São Paulo (Brasil). Y otros asistentes a diversas tandas de actualización, sobre todo en el ámbito educativo.
La conclusión es clara: si agosto será para casi todos el mes del descanso, julio es para muchos agustinos recoletos el mes de la puesta a punto, sobre todo en el orden espiritual.