El Curso de Renovación para América que empezara en Ahuatepec-Cuernavaca (Morelos) el pasado 11 de enero, se ha clausurado el sábado 6 de febrero en la Ciudad de México. Ha durado en total cuatro semanas, de las cuales la primera se dedicó al estudio de la Historia de la Orden; la segunda estuvo centrada en la reflexión sobre la misericordia en san Agustín; la tercera semana la llenaron casi por entero unos ejercicios espirituales de cinco días; y en la cuarta desfilaron por la Casa de la Recolección distintos ponentes que plantearon temas diversos de actualidad.
Presentación del proyecto “Descalzos”
La clausura estaba programada en el postulantado de San Agustín, en la zona Sur de la metrópolis mexicana. Eso todos los participantes lo sabían. Lo que supuso para ellos una total sorpresa fue el marco y el formato del acto.
En el patio interior del seminario y acogidos al abrigo de una carpa allí instalada, con los participantes en el Curso como espectadores de excepción, tuvo lugar la presentación del proyecto musical “Descalzos”, en el que el agustino recoleto José Manuel Durán venía trabajando desde hace casi dos años. Fruto de ello es el disco recopilatorio y el volumen impreso que recoge partituras y explicaciones de las 14 canciones que integran el proyecto.
El formato elegido para la presentación de “Descalzos” fue totalmente atípico y demostrativo, al mismo tiempo, de uno de los recursos de evangelización más novedosos en la Vicaría de México y Costa Rica. Ante los participantes en el Curso se grabó en vivo un capítulo de “Valores de Acero”, el programa televisivo que conduce el agustino recoleto Fco. Javier Acero y produce desde la ciudad de Querétaro la CEAR Television Network, de la Vicaría de México.
Fue un acto que duró casi una hora, a lo largo del cual Durán respondió con amplitud a las preguntas de Acero, y ofreció en absoluta primicia algunas de las canciones más representativas del disco. Al final, una nutrida salva de aplausos de los asistentes premió tanto la culminación de la obra como el detalle de haber sido elegidos para saborear las primicias. Todos ellos fueron obsequiados con un ejemplar de la obra musical.
Eucaristía presidida por monseñor Briseño
Tras la presentación, tuvo lugar en el mismo lugar, la misa de clausura que estuvo presidida por el agustino recoleto Carlos Briseño Arch, obispo auxiliar de la arquidiócesis de México. También se hicieron presentes varios religiosos de la decena de comunidades del entorno de la Capital. Del servicio del altar y la armonización musical se ocupaban los jóvenes seminaristas que residen en el Centro.
Briseño comenzó su homilía disculpándose por no haber asistido a un Curso de Renovación en sus 20 años de religioso antes de ser obispo. No por ello dejó de hacer su recomendación a los que clausuraban éste de 2016. Una y otra vez les insistió sobre la prioridad que hay que dar a Dios: sólo Él debe gobernar la vida del religioso, que debe aplicarse con toda diligencia al discernimiento de la voluntad divina.
Tras la eucaristía, monseñor Briseño disfrutó con los hermanos compartiendo con todos ellos el almuerzo del Seminario. Y, a los 25 que habían clausurado el Curso, tuvo a bien invitarlos a cenar ese mismo día en su residencia episcopal.