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Profesión solemne de tres jóvenes colombianos en la fiesta de San Agustín

La ceremonia comenzó a las 12 horas y se llevó a cabo en la parroquia de San Nicolás de Tolentino, de Bogotá, Colombia. Presidió la Eucaristía fray Miguel Miro Miró, prior general de la Orden de Agustinos Recoletos, a quien acompañaron en el altar, como testigos de la profesión solemne, fray Albeiro Arenas, prior de la Provincia   de La Candelaria, y fray José María Sánchez, secretario general  OAR del Apostolado Educativo. El gran acontecimiento fue avalado y bendecido por dos obispos Agustinos Recoletos, presentes en la ceremonia: monseñor Javier Pizarro, obispo de Casanare, y monseñor Fortunato Pablo, obispo de Chota, Perú.

Miguel Miró: “Si nos acercamos a san Agustín, ¿qué nos diría? que volvamos al corazón, para experimentar lo que con él hizo el amor del Padre”

Durante la homilía, ante cerca de 50 frailes Agustinos Recoletos, familiares y amigos de los nuevos profesos, la Fraternidad Seglar y fieles católicos, el prior general de la OAR, Miguel Miró, dirigió unas palabras en las que se vivió la presencia de nuestro padre san Agustín: «toda la Familia Agustino Recoleta, desde Filipinas, China, hasta Europa; y desde Estados Unidos hasta Argentina, damos gracias a Dios por san Agustín», dijo fray Miguel Miró.  Recordó a todos los miembros de la Orden tanto frailes como seglares,  «pensemos en las Misioneras Agustinas Recoletas,  en las Religiosas contemplativas Agustinas Recoletas, en la Fraternidad Seglar, en las misioneras Agustinas Recoletas de los enfermos, de Filipinas; del Corazón de Jesús de Venezuela…»

Miguel Miró anunció haber concluido el Año Educativo Agustino Recoleto con el Congreso Internacional de esta semana en la Uniagustiniana de Bogotá: «y hemos escuchado lo que vivía san Agustín, y cómo escuchaba a Dios en su corazón;  con la fe, la esperanza, y el Amor, que contagiaba y transmitía… Así que demos gracias a Dios porque es bueno y es eterna su misericordia».

Además, añadió que san Agustín, «confesando su pecado, proclama la misericordia de Dios y solo entiende todas las cosas desde Dios, da gracias y lo alaba. Hoy, toda la familia Agustino Recoleta se alegra por tener a san Agustín que vivió hace 16 siglos, pero todos lo sentimos vivo y presente, y queremos vivir la fe y el amor como él lo vivió».  

San Agustín, dijo Miguel Miró, es doctor de la Iglesia porque lo es con su enseñanza y sus libros, «pero acerquémonos a él,  y toquémosle, tengamos la mirada bondadosa que san Agustín tuvo, y que es la que nos mueve a acercarnos a Jesús. Si nos acercamos a san Agustín, ¿qué nos diría? que volvamos al corazón, para experimentar lo que con él hizo el amor del Padre; para encontrarnos al Maestro interior y ver y vivir como Dios quiere, como san Agustín vio y vivió».

Los Agustinos Recoletos, dijo el prior general de la OAR, «queremos vivir nuestra fe y experimentar la Gracia de Dios, el Don de Dios, como san Agustín lo experimentó». Y recordó que «el papa Benedicto XVI da testimonio de tener a san  Agustín como compañero de viaje; así que pidamos a san Agustín que nos diga qué tenemos que hacer; y nos dirá: aprender a amar, estar a la disposición de la Iglesia, tener un corazón abierto, que amemos con pasión, con un amor hecho servicio; san Agustín nos dirá a cada uno: eres peregrino.

El superior general de la Orden de Agustinos Recoletos también hizo algunas preguntas: «¿Nos queremos como hermanos? ¿Valoramos lo que hace el otro? ¿Compartimos lo que somos? Vivimos en una sociedad que rompe y destruye, pero ¿los Agustinos Recoletos invitamos  a vivir el Amor desde la experiencia de Dios?» Entonces, tras invitarnos a reflexionar en todo ello, nos llamó a vivir y transmitir lo que somos, lo que sentimos y lo que vivimos, desde la comunidad.

Bendiciones a Jhon, Fabián y Camilo

El prior general siguió su homilía recordando a los tres frailes que hacía su profesión solemne: «San Agustín gozaba de estar con los hermanos: «qué bueno es el Señor, dichoso el que se acerca a Él», y también «ved que dulzura, los hermanos unidos», y todo, movido por el Amor, por este Amor que es fructífero y fecundo. Lo vemos en la historia de la OAR, y también en Jhon, Fabián y Camilo, que hoy hacen su profesión solemne».

«Estos hermanos nuestros que van a profesar son una llamada también para nosotros; que ellos, como san Agustín, miren cómo Dios ha ido conduciendo su vida a través de la iglesia, los amigos, los familiares y la Orden, hasta que quisieran dar la vida, siguiendo a Jesús, en el Amor y en el servicio».

Fray Miguel Miró pidió reconocer nuestros dones y ponerlos al servicio de la comunidad, dijo a los tres nuevos frailes que lleven alegría a sus comunidades, que acompañen a los hermanos que se sientan rezagados o que se sienten frustrados por sus proyectos personales. Y también pidió  rectificar desde el reconocimiento de nuestros errores, al ver cómo perdemos la alegría, con las cosas que nos alejan de Dios.

«Al celebrar la fiesta de san Agustín, quiero dar gracias a Dios, a san Agustín, y también a ustedes por este paso que dan de consagración a Dios en nuestra Orden. No podemos más que proclamar la misericordia del Señor: Dad gracias al Señor, porque es bueno, y porque es eterna su misericordia».

La ceremonia armonizada con cantos agustinianos, concluyó con los abrazos y bendiciones de parte de los obispos, frailes Agustinos Recoletos, Misioneras Agustinas Recoletas,  Religiosas de otras congregaciones, miembros de la Fraternidad Seglar OAR y fieles católicos, para los tres nuevos frailes.

 

 

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