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Muere en Madrid José Anoz Gutiérrez, agustino recoleto, apasionado por la Sagrada Escritura y el estudio de san Agustín

Ha fallecido en Madrid el 13 de agosto de 2017, José Anoz Gutiérrez, a la edad de 74 años. Durante 31 años residió en la casa San Ezequiel Moreno de Madrid, era secretario de la Revista Avgvstinvs y miembro del Instituto de Agustinología de la Orden.

En la Parroquia Santa Rita de Madrid, se celebró una eucaristía presidida por Rafael Mediavilla, Vicario de la Provincia de San Nicolás de Tolentino. Las exequias y entierro se celebraron en Monteagudo, Navarra y fueron presididos por el Prior general de la Orden.

Quienes conocieron a Fr. José Anoz son testigos de su gran amor a Dios, a la Sagrada Escritura, a san Agustín y a la música clásica, entre otras cosas. Era un hombre de firmes convicciones y sólidos fundamentos doctrinales, dotado con una singular sensibilidad y un talento luminoso, al que se unía una excepcional memoria y una férrea voluntad. Todos los días combinaba su trabajo como secretario de la revista AVGVSTINVS con un par de horas de estudio, bien fuera del inglés, del hebreo, del alemán o del mismo san Agustín. Se mostró muy agradecido con la Orden y con todos los que le cuidaron en su última enfermedad.

Transcribimos la crónica escrita por Enrique Eguiarte.

Era muy llamativo que estando en el hospital de La Luz (Madrid) en la última semana de su vida, siguiera recordando muchos de los salmos en su versión hebraica, y que preguntara a quienes lo acompañábamos en el hospital, cuál era el verbo hebreo usado en un determinado versillo de un salmo, pidiéndonos que le leyéramos un salmo en hebreo, o bien un capítulo del evangelio en griego. Y es que Fr. José Anoz, después de haber pasado diez años dedicado a la vida pastoral, primero en la Prelatura de Chota (1966-1971) y después en Madrid, en la parroquia de Santa Rita (1972-1976), fue enviado a Roma, en donde obtuvo la licencia en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíblico, en 1980. La huella que dejaron los cuatro años trascurridos en la Ciudad Eterna estudiando la Sagrada Escritura, marcarían definitivamente su vida, su pensamiento y su espiritualidad. Una vez terminados sus estudios en Roma, Fr. José Anoz regresó a la parroquia de Santa Rita por un nuevo periodo de cuatro años (1980-1984). Posteriormente fue destinado a la Casa San Ezequiel, donde se inició en lo que sería su segunda gran pasión intelectual: San Agustín. Los cuatro años transcurridos en la casa en la que se edita la revista AVGVSTINVS y el contacto con la Biblioteca del Instituto de Agustinología de la Orden de Agustinos Recoletos, acabaron de hacer de Fr. José un enamorado de la obra, el pensamiento y la espiritualidad de san Agustín. Y a pesar de que en 1988 fue destinado a Zaragoza como párroco de la parroquia de Santa Mónica, dos años después Fr. José regresaría de nuevo a la casa San Ezequiel, de donde saldría solo para el encuentro con el Padre.

En sus últimos días en el hospital, no solo lo sostenía una fe inquebrantable en Dios, sino también el recordar textos agustinianos, algún texto bíblico, o simplemente el hecho de escuchar alguna pieza de música clásica en alguna de las grabaciones históricas a las que fue siempre muy afecto.

Una de las grandes riquezas intelectuales de Fr. José Anoz fue el poder conjuntar un amplio bagaje bíblico con un profundo conocimiento de las obras de san Agustín. Cuando traducía o leía algún texto de san Agustín, podía rastrear con facilidad la fuente bíblica a la que hacía referencia el doctor de Hipona, e incluso en alguna ocasión envió a los editores del texto latino científico de las obras de san Agustín, una lista de citas bíblicas que ellos habían olvidado o bien no había descubierto en su propia edición.

Posiblemente la gran aportación de Fr. José Anoz a los estudios agustinianos sean sus traducciones. El gran conocimiento que tuvo del latín agustiniano, así como su tenacidad incansable hacían que fuera capaz de desentrañar incluso los textos más intrincados del Obispo de Hipona. En no pocas ocasiones le oímos decir que se había pasado toda una mañana intentando traducir un solo párrafo de san Agustín, y literalmente decía que “había estado luchando a brazo partido con el Hiponate”. Y después añadía satisfecho, con esa sonrisa suya que nunca perdió un cierto sabor de inocencia prelapsaria, “pero le he podido, le he podido”. Es muy importante señalar que entre las muchas traducciones hechas por Fr. José para la colección de las obras completas de san Agustín publicadas por la BAC, hay particularmente dos que marcan un hito. Se trata de la traducción de los sermones Dolbeau (publicada en su totalidad en el año 2001 por la editorial Agustiniana), y la traducción de los últimos sermones nuevos de san Agustín, los sermones Erfurt, que fueron descubiertos en el año 2008 por Clemens Weidmann, Isabella Schiller y Dorotea Weber. Fr. José se puso a la obra, una vez que pudimos conseguir de manera gratuita los permisos necesarios para hacer la traducción de dichos sermones. Fueron publicados en dos entregas en la revista AVGVSTINVS en los años 2009 y 2010. Es preciso decir que estas traducciones hechas por Fr. José tuvieron una gran trascendencia en los estudios agustinianos a nivel internacional, pues fueron las primeras traducciones de dichos sermones a una lengua moderna. Las traducciones al alemán y al italiano, por citar solo dos leguas, llegarían muchos años más tarde.

Por otro lado cabe destacar, asimismo, la calidad de las traducciones hechas por Fr. José, así como el rigor científico de las notas de sus ediciones. De hecho en alguna ocasión, el famoso especialista en san Agustín y traductor de las obras del Obispo de Hipona al alemán, Hubertus Drobner, quiso tener entre sus manos la edición y traducción de José Anoz de los sermones Dolbeau, pues conocía la calidad y la precisión del mismo.

Y sería largo hacer una reseña de todos los ensayos y estudios que Fr. José redactó sobre san Agustín. No obstante, hay un trabajo que a él particularmente, lo llenaba de satisfacción. De hecho en los últimos días de su vida volvió a recordarlo, y pidió que se consultara una parte de dicho estudio. Se trata de una cronología sobre las obras de san Agustín que Fr. José publicó en el año de 2002. Conociendo el incansable tesón y su imbatible afán, podemos presumir que fueron muchas las horas que Fr. José dedicó a dicho trabajo. Su principal preocupación era poder justificar cada uno de los datos aportados en larga y sistemática cronología. Si bien es cierto que en la actualidad el trabajo de Fr. José encuentra muchos detractores, no cabe duda, como hace poco reconoció el gran agustinólogo Nello Cipriani, que dicho trabajo es el fruto de una investigación seria y sistemática, aunque posiblemente los resultados no sean tan apodícticos como el mismo Fr. José creía.

Pero las obras de traducción hechas por Fr. José no se restringieron solo en el universo agustiniano. A principios del siglo XXI Fr. José fue invitado a colaborar en la traducción de las obras completas de san Jerónimo. Concretamente le encomendaron la traducción del comentario al profeta Isaías. Se trata de una obra a la que Fr. José dedicó muchas horas y mucho esfuerzo. La traducción hecha por Fr. José fue publicada por la editorial BAC en dos gruesos volúmenes en el año 2007.

Pero no solo los estudios agustinianos y bíblicos ocuparon su mente y su corazón. Todos los que tuvimos el gusto de conocerle, sabíamos que Fr. José era amante de la música. Estando en el hospital la última semana de su vida, pidió en varias ocasiones a quienes lo acompañaban, que le buscaran en el internet una determinada melodía para escucharla, en alguna grabación histórica particular. Su fina sensibilidad lo llevaba a disfrutar y a vibrar de una manera muy especial con la música clásica, particularmente con la ópera. Su gusto por Alfredo Kraus, Maria Callas y “la Tebaldi”, eran proverbiales. La lista de sus compositores favoritos sería larga de enumerar, y está conformada por los grandes compositores de todos los tiempos, particularmente Mozart, Verdi, Wagner, Rossini, Bellini, Massenet, Puccini y muchos más.

Y si hubiera que mencionar una experiencia que marcó su vida, habría que hablar de las primicias de su vida sacerdotal, vividas en la Prelatura de Chota (Perú), donde estuvo de 1966 a 1971. Fr. José no se cansaba de decir que había visto nacer una Iglesia desde sus cimientos, y estaba firmemente convencido de que él había ido a la Prelatura de Chota con la intención de evangelizar, pero que en realidad eran esos pobres “cholitos” quienes lo habían evangelizado, y le habían enseñado por qué son bienaventurados los pobres en el espíritu, y por qué es de ellos el reino de los cielos. Esta fue para Fr. José una experiencia que dejó una profunda huella en su propia vida y espiritualidad, y nunca olvidó la gran lección aprendida entre los sencillos “cholitos” de Chota.

Pero ante todo, Fr. José fue siempre un pastor de almas y un anunciador del reino de los cielos. Preparaba con un gran esmero sus sermones dominicales, dedicando largas horas al estudio y la investigación, procurando hacer lo que él llamaba una predicación alterna, es decir, un año predicar sobre la primera lectura, otro sobre la segunda o el salmo y otro sobre el evangelio. Su voz potente y bien timbrada, le daba empaque y consistencia a las profundas ideas expresadas en sus sermones. Y en esa labor pastoral y eclesial, no cejó ni siquiera estando postrado en el hospital en su última enfermedad. Y estando en el hospital, una enfermera, después de haberle suministrado un antibiótico, se sintió en tal confianza con Fr. José, que le dijo que ella no tenía fe. Fr. José sin ningún escándalo ni asumiendo un tono inquisitorial o de predicador engolado, sino con las palabras más sencillas y fraternas y con la amabilidad que siempre lo distinguió, le hizo ver qué era tener fe, y por qué él creía y tenía fe. La enfermera, se quedó asombrada ante tal respuesta, y no hacía sino mirarle abriendo mucho los ojos, quedándose sorprendida ante las palabras de Fr. José.

Y si hubo algo que él quiso que toda la familia agustino recoleta supiera y que lo supiera todo el mundo, es que se sentía profundamente agradecido a la Orden y particularmente a su comunidad y a sus hermanos, pues en ningún momento lo habían dejado solo, ya que en todo momento no cesaron de prestarle todas las atenciones y los servicios que él requirió hasta el último momento. Y no se cansaba de repetirlo y decir que estaba profundamente agradecido con todos. Y decía que Dios tenía un móvil con el sacaba fotografías de lo que hacíamos por él, para después recompensarnos cuando llegáramos al reino de los cielos. Y de seguro que ahora que Fr. José ha llegado, Dios ha visto las fotografías que él tenía en su móvil, y por todas sus buenas obras lo habrá ya admitido en compañía de san Agustín y de todos los santos del cielo.

A continuación ofrecemos una bibliografía de Fr. José Anoz, sin el afán de que sea un elenco exhaustivo de su abundante obra:

Artículos

  • “Confesiones, temores y deseos de un neopresbítero. La Carta 21 de san Agustín”, en AVGVSTINVS 30 (1985), pp. 357-382
  • “El salmo 50 en los escritos agustinianos”, en AVGVSTINVS 31 (1986), pp. 293-342.
  • “Redite ad cor. Una fórmula profética en la predicación agustiniana”, en AVGVSTINVS 32 (1987), pp. 205-229.
  • “La ‘Regula recepta’ agustiniana, germen de vida religiosa renovada”, en en AVGVSTINVS 34 (1989), pp. 155-171.
  • “Rasgos de la comunidad agustiniana según la ‘Regula recepta’”, en AVGVSTINVS 35 (1990), pp. 81-98.
  • “Zaqueo en la predicación de san Agustín”, en AVGVSTINVS 38 (1993), pp. 77-101.
  • “Corpus Augustinianum Gissense”, en AVGVSTINVS 42 (1997), pp. 123-135.
  • “El único comentario agustiniano completo del salmo octavo”, en AVGVSTINVS 42 (1997), pp. 229-252.
  • “El Padre en la predicación agustiniana” en R. Lazcano (ed.), Dios, nuestro Padre. II Jornadas Agustinianas, Madrid 1999, pp. 59-75. (también publicado en: AVGVSTINVS 47 [2002], pp. 5-39)
  • “Hablar del inefable, en Agustín y el lenguaje religioso”, en Centro Teológico San Agustín, Actualizar el lenguaje religioso. IV Jornadas Agustinianas, Madrid, 2001, pp. 253-282. (También fue publicado en AVGVSTINVS 54 [2009], pp. 63-89).
  • “Cronología de la producción agustiniana”, en AVGVSTINVS 47 (2002), pp. 229-312.
  • “Los sacramentos”, en J. Oroz Reta – J. A. Galindo (eds.), El pensamiento de san Agustín para el hombre de hoy, Volumen II, Valencia, 2005, pp. 897-958.
  • “San Pablo y sus escritos en ‘De moribus ecclesiae catholicae’”, en V. D. Canet Vayá (ed.), San Pablo en San Agustín. XII Jornadas Agustinianas, Madrid, 2009, pp. 101-137.

Traducciones

  • “Sermones inéditos de san Agustín en un manuscrito de Maguncia, en Revista agustiniana 36 (1995), pp. 1055-1092.
  • “Sermones inéditos de san Agustín en un manuscrito de Maguncia. De la sepultura de catecúmenos”, en Revista agustiniana 37 (1996), pp. 289-339
  • “Sermones inéditos de san Agustín en un manuscrito de Maguncia. Sobre la obediencia”, en Revista agustiniana 37 (1996), pp. 799-840.
  • “Sermones inéditos de san Agustín para la conversión de paganos y Donatistas. Tratado del obispo Agustín contra los paganos”, en Revista agustiniana 38 (1997), pp. 69-137.
  • Sermones inéditos de san Agustín para la conversión de paganos y Donatistas. Tratado del obispo Agustín contra los paganos (parte segunda)”, en Revista agustiniana 39 (1998), pp. 727-776.
  • “Sermones inéditos de san Agustín para la conversión de paganos y Donatistas. Sermón de san Agustín sobre el capítulo del evangelio donde se anuncia la venida del Señor el último día”, en Revista agustiniana 40 (1999), pp. 321-376.
  •   Madalena Baila. Didáctica de la música (autor: Herby Neumann), Madrid, Akal, 2000, 106 pp.
  • “Dos sermones inéditos de san Agustín de Hipona”, en AVGVSTINVS 46 (2001), pp. 5-27.
  •   San Agustín, Sermones nuevos. (Traducción y edición de J. Anoz), Madrid, Editorial Agustiniana, 2001.
  • “Sermón Dolbeau 30 = 384 A de san Agustín contra Pelagio. Edición española del texto íntegro”, en AVGVSTINVS 49 (2004), pp. 11-26.
  •  Introducción a las Confesiones de Agustín de Hipona, Madrid, San Pablo, 2007.
  • “Tres sermones nuevos de san Agustín”, en AVGVSTINVS 54 (2009), pp. 13-32 (Sermones Erfurt 1, 5, 6).
  • “Tres sermones nuevos de san Agustín sobre la limosna”, en AVGVSTINVS 55 (2010), pp. 9-29 (Sermones Erfurt 2, 3, 4).
  • Obras Completas de san Agustín, Volumen XIII. Tratados sobre el evangelio según san Juan, (traducción y notas de José Anoz), BAC, Madrid, 2005, 752 pp.
  • Obras Completas de san Jerónimo. Volumen VIa. Comentario a Isaías I-XII, Madrid, BAC, 2007, 933.
  • Obras Completas de san Jerónimo. Volumen VIb. Comentario a Isaías XII-XVIII, Madrid, BAC, 2007, 933.
  • Obras Completas de san Agustín, Volumen XIV. Tratados sobre el evangelio según san Juan, (traducción y notas de José Anoz), BAC, Madrid, 2009, 1168 pp.
  • Obras completas de san Agustín, Volumen VII. Sermones (1) 1-50. (trad. y notas de P. de Luis y J. Anoz), BAC, Madrid, 2014, CXLIII-800 pp.
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