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Manolo Beaumont: una persona auténtica, optimista y valiente

El agustino recoleto Manuel Beaumont falleció en Madrid el pasado 29 de marzo. Dedicó toda su vida a la educación de jóvenes que hoy le recuerdan como un referente. En la actualidad era director del Colegio Agustiniano de Madrid. La jefa de estudios de este centro, Ana Bello, sintetiza en este artículo algunos aspectos significativos del querido religioso.

Toda una vida dedicada al Apostolado Educativo y a la formación de futuros Agustinos Recoletos hasta convertirse hoy en referente para muchas generaciones de jóvenes. El pasado 29 de marzo de 2020 quedará para siempre en la memoria de aquellos que, desde la distancia y el confinamiento, nos unimos para despedir a Manolo Beaumont. Un hombre, un religioso, un amigo que sin duda dejará huella en todos aquellos que le conocimos.

Manolo siempre supo lo que quería y fue lo suficientemente firme y determinado como para dar los pasos necesarios hasta alcanzar su objetivo, su meta, su misión.  Hombre de grandes pasiones y firmes creencias, se entregó a ellas por completo. Siempre cercano y próximo a los jóvenes, y tremendamente sensible e implicado con los mayores, fue sin duda un hombre comprometido.

Una persona auténtica, aunque a veces sus gestos se percibieran como osados, insólitos e incluso imprudentes. Era él mismo en todo momento, independientemente del lugar y la compañía. Amante del deporte, donde encontraba su mejor medicina, siempre se sintió y mostró juvenil a pesar de los años, animoso, optimista y nunca abatido.

Percibió un mundo lleno de retos y oportunidades. Una tremenda curiosidad por lo nuevo y lo desconocido que le condujo a un aprendizaje y búsqueda continuos por descubrir otras cosas. Fue una persona curiosa, valiente e intrépida. Un espíritu libre, inquieto, casi aventurero.

Manolo Beaumont era sin duda una de esas personas interesantes por naturaleza, que se cruzan en nuestro camino a lo largo de la vida y tenemos la suerte de disfrutar. Quienes lo hemos conocido y acompañado tenemos una gran responsabilidad: heredar su legado y hacernos eco de su carisma con una actitud proactiva, interpretando nuevas realidades, reinventándonos, aceptando y proyectando la modernidad, pero sin olvidar ni perder nunca la esencia. Algo en lo que él siempre insistía.

Gracias, Manolo, por todos estos años, por tu compañía, por tu palabra fácil e inteligente, por tu sonrisa amplia y transparente, por ayudarnos a ser mejores personas, por tu fe, por un recuerdo tan limpio.

Ana Bello es jefa de estudios del Colegio Agustiniano de Madrid

Manuel Beuamont Crespo nació en Armañanzas, Navarra, España, el 4 de abril de 1945. En Pamplona, Navarra, España recibió el hábito agustino recoleto el 13 de septiembre de 1963, realizó la profesión religiosa el 15 de septiembre de1964, emitió los votos solemnes el 16 de septiembre de 1967, recibió el diaconado el 21 de diciembre de 1969 y el presbiterado el 10 de mayo de 1970, de manos del Cardenal Arturo Tabera Araoz. 

Desde el momento de su Ordenación Sacerdotal desempeñó su labor como Maestro de filósofos en el Convento de Nuestra Señora de la Consolación y Profesor del colegio San Agustín en Pamplona, Maestro de filósofos con residencia en el convento de Santo Domingo, de los Dominicos, El Vedat, Torrent, Valencia y Profesor en el colegio Monte Sión de Torrent, Valencia. Vicario parroquial de la Parroquia Nuestra Señora de la Cabeza y Profesor en el colegio Monte Sión de Torrent, Valencia. Maestro de profesos, viceprior en el teologado de Torrent, Valencia; Consejero Provincial; Profesor y psicólogo en el colegio Monte Sión de Torrent, Valencia. Profesor, Prior y Director general del colegio Agustiniano en Madrid, España y vicario provincial de la Provincia Nuestra Señora de la Consolación, y Prior provincial de la Provincia Nuestra Señora de la Consolación.

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