Los misioneros agustinos recoletos han celebrado las primeras eucaristías tras la cuarentena siguiendo las medidas de prevención establecidas.
Las calles de Banes comienzan a reactivar la vida que tenían hace unos meses. La región de Cuba está superando la pandemia de coronavirus. En la fase 1 del proceso de normalización, la población ya ha retomado gran parte de sus actividades; entre ellas, las celebraciones religiosas. Los misioneros agustinos recoletos han celebrado las primeras eucaristías, ejemplo claro de la normalidad que regresa al país.
Después de la cuarentena obligada para evitar el contagio de COVID-19, las celebraciones se han retomado siguiendo algunas medidas de prevención para la etapa post-coronavirus. Al menos durante las próximas semanas los templos deben abrir con un 30% de su aforo, guardando la distancia de al menos un metro entre los fieles y ofreciendo líquidos desinfectantes. Los misioneros agustinos recoletos ya han celebrado las misas siguiendo las directrices marcadas y ofreciendo las garantías necesarias a los fieles de Banes.
Asimismo, los religiosos han comenzado a visitar las comunidades que tienen a su cargo en el interior de la región, así como a llevar la comunión a los enfermos y personas mayores. Con todos ellos mantienen todas las medidas de prevención.
En Banes el coronavirus ha dejado apenas 20 casos, según datos oficiales. Por ello, la ciudad fue puesta en cuarentena. Durante esas semanas, los agustinos recoletos continuaron celebrando las eucaristías de forma privada. En Semana Santa, las parroquias a cargo de los religiosos fueron decoradas con palmas y carteles de «Hosanna» en sus fachadas y en el interior de los templos. De esta forma, los religiosos agustinos recoletos que realizan su labor pastoral en la misión de Cuba quisieron hacer partícipe al pueblo cubano, pese a que debe permanecer en sus casas para prevenir el COVID-19. Ahora, con los fieles en sus parroquias, la comunión quedará aún más patente.