El Prior General, Miguel Miró, recordó la historia y el presente de la Provincia San Nicolás de Tolentino en la apertura en Madrid del 400º aniversario de la creación de la Provincia.
La Provincia San Nicolás de Tolentino comenzó oficialmente en la Parroquia Santa Rita de Madrid la celebración del 400º aniversario de su creación. La eucaristía solemne de la festividad de su patrón -presidida por el Prior General, Miguel Miró- dio inicio a todo un año de recuerdo y festejo por los cuatro siglos de la provincia misionera.
En su homilía, Miró recordó el pasado y el presente de los religiosos que conformaron la Provincia desde sus comienzos en el siglo XVII en Filipinas. Esos agustinos recoletos, que se ofrecieron voluntarios para viajar desde España a la misión, siguen teniendo el mismo carisma y el mismo sentir que los de hoy. «La vida de la Provincia se hace historia, también nuestra vida sencilla de cada día forma parte de esta historia, de nuestra historia», dijo Miró.
En este sentido, el Prior General invitó a recordar con gratitud «cómo el Señor ha bendecido a la Orden en la historia de la Provincia». También recordó las dificultades que ha tenido que afrontar la Provincia en estos años: «Tras el fulgor de la estrella de san Nicolás, la Provincia ha navegado mar adentro en la tempestad y en la calma». Miró repasó los santos y los hechos destacados de la Provincia en sus cuatro siglos de vida, e indicó que «no ha sido una travesía fácil, pero las obras de Dios son así».
Asimismo, pidió perdón «por las ocasiones en que ha decaído la comunión y el espíritu misionera en la Provincia». «Pedimos perdón por las épocas en que nos hemos encerrado en lo nuestro y no hemos percibido la voz del Señor en las necesidades de la Iglesia y en el clamor de los pobres», dijo.
Por otro lado, el Prior General insistió en la revitalización del carisma y la comunión entre los religiosos. Siguiendo el lema del 400º aniversario de la Provincia San Nicolás de Tolentino, ‘Siempre en misión’, Miró advirtió que «necesitamos estar en comunión para estar siempre en misión». En esta línea, pidió fijarse en el proyecto de presente y futuro de cada comunidad: «Un proyecto requiere oración y sacrificio para renunciar a nuestros individualismos y protagonismos para trabajar juntos».
A la eucaristía acudieron numerosos religiosos agustinos recoletos así como varias decenas de laicos, que mantuvieron las medidas sanitarias contra el COVID-19. En la misa se bendijeron los tradicionales panes de San Nicolás, en honor al santo.