Docentes de Brasil, Costa Rica y España compartieron su experiencia en el webinar de la Red EDUCAR sobre el regreso a las clases presenciales en los colegios.
El COVID-19 no ha evitado que miles de alumnos de los centros educativos de Brasil, Costa Rica y España hayan podido volver a las aulas. Los colegios agustinos recoletos de estos países han diseñado nuevas normas y planes para evitar los contagios y permitir que los jóvenes puedan seguir siendo educados. Docentes de los centros de estos países compartieron su experiencia en el webinar ‘El reto de la vuelta a las aulas’ que organizó la Red Educativa Internacional Agustino Recoleta EDUCAR este miércoles 25 de noviembre.
El trabajo realizado durante estas semanas para arrancar un curso especialmente complicado servirá como ejemplo a los docentes de los centros educativos de la familia agustina recoleta que comenzarán un nuevo curso próximamente. Más de 450 personas asistieron al encuentro virtual en el que se compartieron experiencias, ideas e iniciativas sobre una vuelta segura a las aulas. Una vez que concluyeron sus exposiciones, los ponentes respondieron algunas de las preguntas de los asistentes. Ante la cuestión de cómo mantener el estilo agustiniano en esta etapa complicada, los docentes coincidieron en la atención cercana a los alumnos.
Distancia, mascarilla y gel en España
Según indicaron docentes de los colegios de España, los centros educativos de la Orden han realizado un trabajo intenso que incluye medidas de seguridad, medidas pedagógicas y atención psicológica a los alumnos y sus familias. Según comentaron, se ha establecido una comisión de protección contra el COVID-19 en cada colegio formado por un representante de la comunidad educativa que ha redactado el protocolo contra el coronavirus y debe mantener su seguimiento.
Asimismo, el colegio ha provisto de mascarillas a los docentes puesto que son obligatorias en todo el centro. Se han colocado numerosos carteles e indicaciones para que se sigan las normas y se mantenga la distancia de seguridad. Respecto a lo pedagógico, los centros han previsto tres escenarios: clases presenciales, modelo semipresencial (algunas clases presenciales y otras virtuales) y educación a distancia. Esto último puede producirse si una clase entera es contagiada o el colegio debe cerrar.
Los centros educativos también han establecido algunas iniciativas para atender a los niños con necesidades educativas especiales, colocándoles mamparas protectoras y programas de ayuda. Además, los gabinetes psicopedagógicos de los centros están atendiendo a alumnos y familias que están sobrellevando con dificultad estos momentos.
Uno de los aspectos más problemáticos es el mantenimiento de la distancia. Se complica en los trabajos colaborativos o las conversaciones entre el alumno y el profesor. Asimismo, otro inconveniente son los alumnos que deben estar confinados por contagio o posible contagio.
Desinfección de espacios en Brasil
Los centros educativos agustinos recoletos en Rio de Janeiro se han enfrentado a una dificultad especial: la fecha de vuelta a las aulas ha ido cambiando, por lo que ha sido difícil realizar una previsión. Pese a ello, todos los centros ha sido desinfectados y se ha reforzado la limpieza de las instalaciones para evitar la presencia del virus, que se mantiene en el aire y en las superficies. Este protocolo de limpieza ha sido reconocido por varios certificados que aseguran que los colegios Santo Agostinho son espacios seguros.
Además de los protocolos, los centros educativos en Brasil han difundido las normas contra el COVID-19 para que toda la comunidad educativa las conozcan y las cumplan. El modelo educativo que se ha seguido en este país es el semipresencial, algunas clases en el aula y otras de forma virtual. Para ello se ha formado a los docentes en la enseñanza a distancia. Todo esto ha sido a través de un proceso gradual.
Desde el punto de vista psicopedagógico, se ha mantenido la orientación a los docentes y a las familias. En primer lugar, ante el desafío de la educación virtual durante la cuarentena. Fue un reto emocional mantener la motivación de los profesores y alumnos durante los momentos más duros de la pandemia. Especialmente con los jóvenes se mantuvo una orientación en la rutina de estudio y se dedicaron muchos momentos para la escucha.
El reto de la Ciudad de los Niños
La idiosincrasia de la Ciudad de los Niños -los alumnos viven en régimen de internado en las mismas instalaciones- ha supuesto un reto en el desafío contra el COVID-19. Una vez que estalló la pandemia en Costa Rica, todos los estudiantes tuvieron que marcharse a sus casas, aunque muchos de ellos -por sus circunstancias- no tenían medios para seguir las clases de forma virtual. Algunos no disponían ni de luz eléctrica en sus casas. Por ello, los alumnos con necesidades pudieron volver al centro. Ciudad de los Niños tuvo que impartir las clases con los alumnos que estaban en el aula y los que estaban en sus casas.
Desde el departamento de orientación, los profesionales de este centro de los Agustinos Recoletos en Costa Rica han llevado a cabo iniciativas para el manejo de las emociones o la concentración de los alumnos en las clases. Asimismo, el proceso pastoral no se detuvo y se continuaron con actividades como la catequesis o la semana agustiniana.