El Prior provincial de la Provincia San Nicolás de Tolentino, Sergio Sánchez, destaca la interioridad del venerable Mariano Gazpio, de quien destaca su deseo comunitario y su fraternidad.
El agustino recoleto Mariano Gazpio era un hombre que «vivía la interioridad», tenía «la capacidad de vivir en comunidad» y era delicado. Así, entre otras cosas, ha definido Sergio Sánchez, prior provincial de la Provincia San Nicolás de Tolentino, al religioso declarado venerable el pasado 22 de mayo. Su recuerdo sigue hoy presente entre aquellos agustinos recoletos que compartieron con él y aprendieron de sus vivencias a su regreso de China.
Sánchez ha sido entrevistado en el programa El Espejo de la Cadena COPE y ha explicado la importancia que tiene su figura, por su espiritualidad y por el deseo misionero que tenía vivo. El superior provincial ha asegurado que «quien va caminando en la vida espiritual religiosa sacerdotal de inspiración agustiniana», en la que se busca la Verdad en la interioridad, «hemos visto en el padre Mariano alguien que vivía la interioridad alimentada con la lectura de la Palabra de Dios». En este sentido, ha recordado que muchos religiosos destacaban la Biblia desgastada que mantenía. «Algunos decían que se la sabía de memoria; era porque realmente la había vivido».
Entrevista a Sergio Sánchez OAR sobre el venerable Mariano Gazpio
Sergio Sánchez ha asegurado que Gazpio era «un santo viviendo en el convento». De él ha resaltado «su capacidad de vivir en comunidad, su fraternidad y su delicadeza». Asimismo, también ha afirmado que tenía un carácter fuerte: «Para ser santo hay que tener un carácter fuerte».
El momento de su declaración como venerable debe ser vivido «con agradecimiento y alegría», según el prior provincial. En este sentido, ha indicado que Mariano Gazpio no es alguien que atraiga a todo el mundo -como los grandes santos-, pero que «nos acerca a la interioridad, a la vida comunitaria…». «Sentimos alegría porque se trata de la confirmación de que su estilo de vida, y el que seguimos llevando, es un camino de santificación», ha dicho.
El religioso ha recordado los inicios de la misión de los Agustinos Recoletos en China, de la que Mariano Gazpio formó parte. Especialmente ha apuntado que el hoy y sus compañeros «cuando llevaban el Evangelio, llevaban la Palabra pero también el pan». Tras un cuarto de siglo, Gazpio tuvo que volver a España. Sin embargo, afirma Sánchez que volvió «con el corazón satisfecho» para ocuparse de la formación de los jóvenes religiosos en el noviciado de Monteagudo. «No era un superhombre, trataba de recibir la gracia haciendo el bien a los demás».