El Prior general explica cuáles son sus sueños para la nueva etapa que comienza y explica qué le pone a Dios en la oración.
Miguel Ángel Hernández es, desde el pasado martes 22 de marzo, el Prior general de la Orden de Agustinos Recoletos. Su nueva responsabilidad es todo un reto que afronta con «la confianza en el Señor» y la esperanza de que sea Él el que le «capacite» y le dé «la gracia para llevar esta barca adelante». Pocos días después de su elección, dialogamos con el nuevo Prior general para conocer qué le preocupa, con qué sueña, cómo es su familia, quién le ha marcado en su vida, cómo ve a su antecesor o qué le pone a Dios en la oración.
La vocación
El Prior general explica la vocación como «una respuesta de amor a una experiencia de amor». «Yo respondo y me consagro como religioso porque he sentido dentro de mí un fuego que no consigo controlar», dice. Esta es la única razón que justifica un sí al a vocación: «Sentir en el corazón la experiencia del amor de Dios». En concreto, a Miguel Ángel Hernández le llama la atención del carisma la familiaridad. «La comunidad, vivida como la entendemos nosotros, a mí me llena», apunta.
Su familia
Miguel Ángel Hernández define su familia como «una familia muy unida». Cuando falleció su padre hace un año, una de las cosas que incluyó en la homilía de su funeral -que no pudo pronunciar por encontrarse en Brasil- fue que entre sus hermanos «buscamos lo mejor para el otro». Asegura que esto es «muy bonito» y que «no lo hemos aprendido en las universidades», sino «en los brazos de nuestros padres».
La figura de Miguel Miró
Con su elección sustituye a Miguel Miró, a quien define como una persona «cercana, humilde, sencilla y sin ansias de General». Miguel Ángel Hernández afirma que ha sido «un hombre providencial puesto por Dios en la orden para llevarla adonde está ahora». La Orden, en la opinión del nuevo Prior general, «ha dado un salto cualitativo» gracias a un religioso que «ha caminado con nosotros, que se abaja y se preocupa».
Sus sueños
Tiene Miguel Ángel Hernández tres sueños para su nueva etapa. El primero, «que el lema del Capítulo general se haga realidad, que caminemos juntos», un sueño que «hay que afianzar cada día». El segundo de sus sueños, escuchar el clamor de los pobres. «Se hace mucho por los pobres; nos falta trabajar con los pobres». Y, por último, el acompañamiento de los religiosos, porque «vivimos preocupados por todos, pero ¿quién se preocupa por nosotros?».
La oración
¿Qué le pone el nuevo Prior general a Dios en la oración? Miguel Ángel Hernández pide a Dios que le «quite los tapones para que le escuche a Él, que no me deje hacer o que yo quiero sino que sepa descubrir sus insinuaciones». «Le pido que yo sea un instrumento en la vida de la Orden y no un obstáculo», indica.