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El obispo low-rider

El obispo agustino recoleto Alfonso Gallegos quiso estar cerca de todas las personas; entre ellos, los low-riders entre los que era muy querido.

Mons. Alfonso Gallegos realizĆ³ la mayor parte de su ministerio en las calles. No le gustaba estar detrĆ”s de un escritorio; su prioridad era estar cerca de su gente, pasar tiempo entre ellos, escucharlos y alentarlos.

Ā”Gallegos se acercĆ³ y hablĆ³ con todos! Estaba cerca de los que estĆ”n en ā€œla periferiaā€ de la sociedad, como dice el Papa Francisco, los que son marginados, en los ā€œmĆ”rgenesā€ de la aceptabilidad social. Uno de esos grupos eran los low-riders.

Low-rider es la persona que conduce un automĆ³vil personalizado con una carrocerĆ­a baja o un automĆ³vil bajo. Estos vehĆ­culos personalizados generalmente se pintan individualmente con diseƱos intrincados y coloridos. TambiĆ©n estĆ”n equipados con sistemas hidrĆ”ulicos que permiten una suspensiĆ³n regulable en altura, donde el vehĆ­culo se sube o se baja a voluntad del propietario.

En la dĆ©cada de 1980, en Sacramento, California, los funcionarios pĆŗblicos y la policĆ­a experimentaron muchos desafĆ­os con los low-riders cuando recorrĆ­an las calles de la ciudad, bloqueaban el trĆ”fico e incluso, en ocasiones, eran violentos. Gallegos fue un mediador entre los funcionarios de la ciudad y los low-riders, ayudando a traer paz y orden en la ciudad de Sacramento.

Gallegos era optimista, siempre viendo la bondad en las circunstancias de la vida y de otras personas. Procuraba sacar a relucir las virtudes de las personas. Tal fue el caso de los low-riders; vio su potencial y reconociĆ³ el talento mecĆ”nico/pintor que poseĆ­an para personalizar sus autos. EntablĆ³ amistad con los low-riders, hablando con ellos sobre sus autos, asistiendo a sus exhibiciones, bendiciendo sus vehĆ­culos y, a menudo, paseando con los low-riders en Franklin Boulevard, en Sacramento. Los animĆ³ a hacer un buen uso de su energĆ­a positiva y de sus talentos.

Gallegos fue citado en una revista de Sacramento con respecto a los low-riders: ā€œNo quiero decir que este sea el mejor pasatiempo, pero tienen mucha energĆ­a y al menos la estĆ”n usando de alguna manera. Pero tienen que tener algĆŗn tipo de orientaciĆ³n. Definitivamente continuarĆ© visitando a los low-ridersā€, dijo Gallegos: ā€œCreo que la presencia de cualquier sacerdote es importante allĆ­. Siento que nos necesitanā€.

Los low-riders tenĆ­an un gran amor y aprecio por el obispo Gallegos, que muriĆ³ en un accidente de trĆ”fico el 6 de octubre de 1991. En su cortejo fĆŗnebre, el 11 de octubre, mĆ”s de 300 low-riders de todo el norte de California participaron en un ā€œcruiseā€ dedicado a la memoria del obispo Alfonso Gallegos. Se le conocĆ­a como el ā€œobispo low-riderā€, debido a su continuo apoyo a los clubes locales de automĆ³viles y camionetas. MĆ”s allĆ” de eso, a lo largo de su vida mostrĆ³ un sincero interĆ©s y preocupaciĆ³n por los jĆ³venes, los trabajadores del campo y los pobres.

El obispo Gallegos dijo una vez: ā€œCreo que la belleza de ser sacerdote, y espero, obispo, es la oportunidad de identificarse con la genteā€. Gallegos pudo identificarse con los low-riders, recorriendo las calles de Sacramento con ellos, haciĆ©ndolos sentirse valorados y apreciados.

Por Eliseo GonzƔlez OAR

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