La pobreza es, para fray Jaazeal Jakosalem, una «experiencia» y así lo afronta como nuevo presidente de la Red Solidaria Internacional ARCORES.
Fray Jaazeal Jakosalem nació en una familia pobre, en una isla filipina con pocos recursos. Por eso, la vivencia de la pobreza y la atención a los pobres han sido desde los comienzos el corazón de su vocación como agustino recoleto. Ahora trabajará de lleno en ello, como viene haciendo desde hace años, con la responsabilidad de presidente de la Red Solidaria Internacional Agustina Recoleta ARCORES, nombrado recientamente. «Veo la pobreza como una experiencia», asegura.
El religioso ve con preocupación la situación social. «Nuestras comunidades deben asumir el reto de la crisis, la pobreza y el empobrecimiento», indica. En este consiste la caridad. Parafraseando al Papa Francisco, en «escuchar el clamor de los pobres» y hacer propias las necesidades de los demás. «No necesitamos crear proyectos, simplemente tenemos que abrir nuestros corazones», y añade: «Compartir nuestros corazones con los pobres y los que lo necesitan».
Como presidente de ARCORES, deberá afrontar numerosos retos. El que, en su opinión, más apremia es «conseguir que todos en la familia agustina recoleta participen» en ARCORES; según sus palabras, «en este trabajo de la Orden y de la Iglesia, y que la gente necesita». Jaazeal Jakosalem no cree que todos los religiosos, religiosas y laicos conozcan la misión de ARCORES y estén involucrados, y esto es necesario pues las necesidades de la gente son urgentes.
La solidaridad de la familia agustina recoleta es «una solidaridad desde el corazón». Por eso, cree que es «un desafío continuo» el compartir este tipo de solidaridad y que es característica del carisma agustino recoleto. «Todos nosotros estamos en una solidaridad común», concluye.