Varias jóvenes conocieron a través de Instagram que el Prior general visitaría República Dominicana y le pidieron dialogar con él para plantearle sus inquietudes.
Hacía ya algunos meses que Laura Celeste Arias había comenzado a seguir al Prior general en Instagram. Le había sorprendido que el Prior general tuviera un perfil en esta red social; la misma sorpresa que le causó ver en su perfil que fray Miguel Ángel Hernández visitaría su país, República Dominicana, en su gira por los países de Centroamérica.
Ella, junto a dos amigas –Hecmice Feliciana Guillen Tavarez y Yulissa Santana Feliz– y sus dos hermanas, Carla Victoria Arias Pérez y Carolyn Patricia Arias Pérez, tuvieron una idea. «Se nos ocurrió hacerle algunas preguntas con nuestras inquietudes, con el objetivo de conocer su idea y su forma de pensar», cuenta Laura. Así comenzó esta historia que concluyó con un encuentro fraterno y agradable.
Recogieron todas las cuestiones que deseaban formularle al Prior general y, a través de fray César, le transmitieron el deseo de un grupo de jóvenes de la Parroquia San Agustín de Bajos de Haina de platicar con él. Solo querían hablar, conocerle y expresarle aquello que no entendían. Iba a ser difícil, pues la agenda de su visita estaba muy concurrida de encuentros y eventos, pero encontraron un hueco. «Tengo 15 minutos», advirtió fray Miguel Ángel, aunque acabó siendo casi media hora.
«Fue un encuentro muy agradable y en tono muy relajado», afirma Laura, quien se esperaba al Prior general «más serio». Fue por eso que le sorprendió «su cercanía y su sencillez». Yulissa apunta que conocer y estar «con una autoridad genera respeto y seriedad», pero «nos trató con calidez». «Saber que hay personas que son conscientes de la situación da certeza de que hay alguien que puede hacer algo por cambiar las circunstancias», dice.
El dialogo quedó grabado, no con el fin de publicarlo sino para no olvidar las respuestas, y así se lo hicieron saber. Las inquietudes que existían «en su gran mayoría» quedaron resueltas. Laura destaca especialmente la «claridad con la que explica y expresa los conceptos».
Las preguntas de las tres jóvenes que asistieron –dos de ellas estaban trabajando y no pudieron estar presentes– fueron de lo más diversas. ¿Cómo ve la Iglesia y cuál es su idea de Iglesia? ¿Qué dimensiones de la fe destaca? ¿Cómo entiende ARCORES? ¿Por qué los jóvenes no se acercan a la Iglesia? ¿Qué podemos hacer para que haya más vocaciones? ¿Cómo entender al pobre?
Laura Celeste y Yulissa destacan la respuesta que les dio sobre ARCORES: «Es la cabeza y el corazón de los Agustinos Recoletos». Para ellas, que trabajan y colaboran en la Parroquia San Agustín de Bajos de Haina, ARCORES es una realidad de la que son parte y querían saber de qué forma lo ve el superior general de la Orden.
Y algunas más quedaron sin formular, aunque siempre hay que dejar algo para una próxima vez y así hizo el Prior general, que les emplazó a un nuevo encuentro en un futuro.