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Un Sínodo para levantarse y caminar juntos

Por primera vez en sus 28 años de historia, las JAR han celebrado un Sínodo con jóvenes y religiosos para revitalizar el carisma juvenil agustino recoleto.

Los religiosos y jóvenes que han participado en el Sínodo JAR comparte un mismo sentimiento: el Espíritu ha estado con ellos y les ha iluminado en las seis jornadas de encuentro. Del 21 al 26 de julio, las Juventudes Agustinas Recoletas han celebrado, por primera vez en su historia, un Sínodo con el deseo de revitalizar un proyecto que nació hace 28 años y que, tras este encuentro, camina con más impulso.

La Residencia Universitaria Agustiniana de Salamanca ha acogido a los sinodales que durante seis jornadas han trabajado, en común y por grupos, mañana y tarde, con plena libertad para expresar sus preocupaciones, sus deseos y, sobre todo, sus propuestas. En esta labor ha ayudado el Prior general, fray Miguel Ángel Hernández, como presidente del Sínodo, y el obispo agustino recoleto Mons. Carlos María Domínguez, como iluminador.

Los más de 35 jóvenes y religiosos de más de diez nacionalidades diferentes han trabajado bajo un verdadero espíritu sinodal que les ha permitido escuchar con respeto las intervenciones, discernir con claridad lo que Dios quiere de las JAR y hablar, animado por el Espíritu, buscando lo mejor para los jóvenes. Todo el trabajo se ha desarrollado bajo un clima de conversación espiritual, una de las claves del espíritu sinodal.

Durante el Sínodo ha estado presente la figura del ciego Bartimeo. Las palabras que los discípulos de Jesús le dijeron –“¡Ánimo, levántate! Te llama”– han sido el lema del encuentro y la guía para los sinodales. Durante el retiro de la primera jornada, Mons. Domínguez pretendió iluminar a los jóvenes reflexionando sobre el pasaje evangélico y animando a ser “otros Bartimeos” que griten a Jesús, que confíen en Él y le sigan por el camino.

El Sínodo ha trabajado sobre cuatro bloques temáticos: XXX. No son deliberados sino que han surgido de las primeras fases del Sínodo, dedicadas a la escucha de los jóvenes. De sus ideas surgió el documento de trabajo, que ha servido de referencia para los sinodales. La asamblea sinodal ha escuchado diariamente las intervenciones de los presentes y posteriormente ha reflexionado en círculos menores para proponer en conjunto las decisiones y líneas de trabajo que han sido aprobadas en la última jornada.

La principal encomienda del Sínodo era la revitalización de las JAR. Pese a las diferencias culturas, este encuentro ha constatado que todas las comunidades de jóvenes agustinos recoletos comparten el mismo deseo: seguir a Cristo y darlo a conocer, viviendo en una sola alma y un solo corazón dirigidos hacia Dios. El Sínodo ha reforzado esta convicción en torno a la cual gira la vida y misión del movimiento juvenil agustino recoleto.

En la eucaristía de clausura, el obispo agustino recoleto Mons. Carlos María Domínguez se dirigió al Prior general para agradecerle la iniciativa y le pidió transmitir a toda la Orden “que estamos muy felices de tener a los jóvenes junto a nosotros”.

Las JAR han sentido la fuerza del Espíritu y, como Bartimeo, se han levantado, respondiendo a la llamada de Cristo. El espíritu sinodal ha permitido escuchar la voz de Dios y actuar por Él. Hoy, las JAR caminan pisando más fuerte y más unidas. El objetivo se ha cumplido.

Todas las fotos del Sínodo JAR

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