Judy Kavete Wambua, religiosa del monasterio San Agustín de Lodwar (Turkana), ha compartido cómo es su vida en la comunidad y su experiencia como hermana Agustina Recoleta.
Judy, que realizó su profesión simple en el año 2022, ha explicado que se siente orgullosa de ser Agustina Recoleta y que la fraternidad, la comunidad y el papel central de Dios en su vida son los pilares fundamentales de su vocación.
Como ha explicado, el carisma de San Agustín y la vida comunitaria son muy importantes para Judy: La fraternidad en la comunidad es algo que me ha marcado profundamente, y la vida de oración contemplativa es la base donde pongo a Dios en el centro de todo. Dios es quien me guía.
Antes de unirse a la comunidad Agustina Recoleta, Judy tuvo la oportunidad de experimentar la vida con diferentes congregaciones de hermanas. Sin embargo, encontró su llamado definitivo como contemplativa agustiniana en Lodwar.
Las personas aquí son muy devotas y a menudo no podemos dormir debido a los cantos. Como decía San Agustín, ‘cantar es orar dos veces’, y aquí se toma muy en serio esta enseñanza, comentó Judy, subrayando la importancia de la oración y el canto en la vida del monasterio.
La fe, según Judy, es muy fuerte en su comunidad, lo que la anima a invitar a aquellos que sienten el llamado a acercarse a Dios a unirse a esta forma de vida: animo a todos los que sientan el deseo de acercarse a Dios a que vengan y experimenten Su palabra.
La experiencia de Judy Kavete en el monasterio San Agustín de Lodwar recuerda la importancia de la oración y la vida comunitaria y es un ejemplo de cómo una vida centrada en Dios es fuente de fortaleza y alegría.