El misionero filipino, Fr. Vincent Cadeliña, ha regresado a Sierra Leona (África occidental) por segunda vez. Su primera visita fue durante el brote de Ébola en los años 2014 y 2015 pero, tras esa experiencia, decidió regresar un tiempo a Filipinas. Siete años después, en 2022, volvió a África para continuar su labor misionera. En su parroquia, Nuestra Señora de Sierra Leona, los misioneros agustinos recoletos trabajan con 46 comunidades y apoyan a 26 escuelas.
Como explica en esta entrevista, predicar la Palabra de Dios es solo uno de los trabajos que realiza en el país africano: tengo que ir al encuentro de las personas y no solo predicar el Evangelio, sino también hacer lo que es la misión de Cristo, ayudar con la caridad y realizar acciones sociales para ayudar a la comunidad.
Aunque es su segunda vez viviendo en Sierra Leona, Fr. Vincent confiesa que son muchos los desafíos a los que se sigue enfrentando en su día a día, pero que su fe y compromiso con la misión lo motivan a seguir adelante: el principal desafío para un misionero, especialmente cuando estás en una tierra extranjera, es el idioma y la formación. Tenemos nuestra propia cultura y al entrar en una otra diferente, debemos ser humildes, ver su cultura y cómo se ajusta a los valores del Evangelio, y también cómo podemos crear un diálogo entre ambas.
En Sierra Leona el 66% de la población es musulmana frente al 4,21% de católicos por eso, Fr. Vincent expone que la misión allí es particularmente desafiante pero también muy gratificante y que es necesario cuidarla mucho, como si de un bebé se tratara: La fe aquí es como la de un bebé que necesita ser acompañado y guiado para crecer, explica el misionero. Cuando ves a un bebé, necesita mucha ayuda para crecer: dar consejos, dirección y todo lo necesario para que el bebé aprenda.
Para concluir, expresa su profundo compromiso con su misión: Mi sueño es ser asignado a la misión, incluso morir en la misión, porque hay algo en mí que necesita ser llenado como sacerdote y religioso. Sin duda, su dedicación y sacrificio son un testimonio de su fe y devoción al servicio de los demás. Quiero seguir en la misión porque siento que hay algo en mí que falta, que necesita ser completado.
La misión de nuestra Orden en Sierra Leona
Los Agustinos Recoletos han establecido una sólida presencia misionera en Sierra Leona, un país marcado por su historia de conflictos y desafíos sociales. Desde su llegada en 1998, la orden ha trabajado incansablemente en la región de Kamabai, en la Provincia Norte, enfrentándose a las secuelas de la devastadora guerra civil que dejó al país en ruinas. A pesar de las dificultades, los misioneros han desempeñado un papel crucial en la reconstrucción y en el fortalecimiento de la comunidad local, destacándose en áreas como la educación, la salud y la infraestructura.
La misión de los Agustinos Recoletos se extiende más allá de lo puramente religioso, abarcando proyectos que promueven la justicia social, la igualdad de oportunidades y la defensa de los más vulnerables. Su labor se ha convertido en un ejemplo de compromiso y servicio para toda la población, independientemente de su afiliación religiosa o convicciones personales.
Sierra Leona, mayoritariamente musulmana, acoge a una minoría cristiana entre la que la comunidad católica se encuentra dispersa y enfrenta desafíos sociales arraigados como la poligamia, la mutilación genital femenina y prácticas tradicionales que limitan el avance de los derechos humanos. A pesar de estos obstáculos, los Agustinos Recoletos continúan trabajando en estrecha colaboración con la población local, promoviendo el diálogo interreligioso y construyendo un camino hacia un futuro más inclusivo y próspero para todos los sierraleoneses.