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7 de octubre: Jornada de oración y ayuno por la Paz

El Papa Francisco ha convocado una jornada de oración y ayuno para el 7 de octubre de 2024, con la intención de implorar el don de la paz en el mundo. Esta fecha coincide con el primer aniversario del ataque de Hamás a Israel, un evento que desató una brutal escalada de violencia en Tierra Santa. En un contexto marcado por las tensiones crecientes en Oriente Medio, la guerra en Ucrania, y otros conflictos que azotan diversas regiones del mundo, el Pontífice vuelve a recurrir a las «armas» de la Iglesia: la oración y el ayuno, con la esperanza de que Dios conceda la paz a un mundo al borde del abismo.

Francisco anunció esta jornada al final de la misa solemne en la Plaza de San Pedro, que marcó la apertura de la segunda sesión de la Asamblea General del Sínodo. Además, informó sobre una visita a la Basílica de Santa María la Mayor, en la tarde del 6 de octubre, para rezar el Rosario y elevar una súplica a la Virgen por la paz. Asimismo, invitó a todos los miembros del Sínodo a unirse en esta oración.

La tradición de la oración por la paz

Este llamado no es un hecho aislado en el pontificado de Francisco. A lo largo de su tiempo como líder de la Iglesia Católica, ha convocado jornadas similares en momentos críticos de la historia reciente. En 2013, apenas seis meses después de ser elegido Papa, reunió a miles de personas para pedir por la paz en Siria, y en 2022, solicitó una jornada de oración y ayuno por Ucrania, tras el inicio de la invasión rusa. Estas jornadas buscan unir a los creyentes en una súplica conjunta por la paz, en un mundo marcado por el sufrimiento, la violencia y la injusticia. En medio de estas crisis, las palabras del Papa resuenan como un eco que nos invita a la acción pacífica y la oración fervorosa.

El elogio de la Paz de san Agustín

En numerosos escritos, san Agustín nos ofrece una perspectiva profunda sobre la paz: «La paz entre los hombres es la concordia ordenada» (De Civitate Dei, XIX, 13). Para Agustín, la paz no es simplemente la ausencia de guerra, sino un estado de armonía y justicia, donde las relaciones humanas se ordenan según el bien común. Así, la oración y el ayuno son formas de buscar esta paz profunda que surge del amor y la justicia, elementos esenciales para construir una sociedad donde reine la concordia.

El Sermón 357 de san Agustin es un elogio a la paz texto parece ser un discurso o sermón centrado en el tema de la paz, la fraternidad y la caridad, con un enfoque profundo en el sentido cristiano de estos valores. La paz es presentada como un bien supremo que se multiplica al compartirla con los demás. El texto exhorta a los fieles a amar y buscar la paz, no solo para sí mismos, sino también para los demás, incluso para aquellos que parecen ser enemigos de ella. A través de una serie de comparaciones y reflexiones, se destaca la importancia de la paz como un don que no se disminuye al compartirse, sino que se expande cuanto más personas la posean.

Agustín también compara la paz con la luz, que los «enfermos de ojos», es decir, aquellos que no la conocen o la rechazan, no pueden soportar, pero que, una vez curados, pueden disfrutar. La responsabilidad de los cristianos es actuar con paciencia, mansedumbre y amor, trabajando para curar a estos «enfermos» con sus palabras y acciones, y no a través de disputas o enfrentamientos.

El texto también hace referencia a la unidad entre los cristianos, subrayando que la verdadera fraternidad no se debe quebrantar incluso ante el odio o la hostilidad. La unidad cristiana se fundamenta en el reconocimiento mutuo como hermanos, con un fuerte llamado a responder con mansedumbre y oración ante los insultos o las calumnias.

Finalmente, se hace un llamado a la oración, al ayuno y a la limosna como medios para fortalecer las oraciones y las relaciones fraternas, sugiriendo que los bienes materiales sean ofrecidos al Señor como un tesoro seguro y confiable, un acto que será recompensado de manera abundante. Agustín, nos recuerda que la paz no es solo un don divino, sino también una tarea humana.

Oración por la Paz en el mundo

En mayo de 2024, la Comunidad de San Egidio, envió una lista de conflictos en el mundo en un formato de oración que compartimos e invitamos a tener presente para pedir por la Paz en el mundo:

ORACIÓN POR LA PAZ EN EL MUNDO

Por la paz en Afganistán
Por el fin de la violencia difusa en América Central y por el fin de las tensiones en Nicaragua
Por el fin del terrorismo en Burkina Faso
Por la paz en Camerún occidental
Por el diálogo y la reconciliación en Chad
Por los acuerdos de paz de Colombia
Por la paz en las regiones del Kivu y de Ituri, en la República Democrática del Congo y por el fin de las hostilidades con Ruanda
Por el fin de las tensiones en la península coreana
Por la paz en Etiopía y por el fin de las tensiones con Eritrea
Por el fin de la violencia difusa y de los desórdenes en Haití
Por el fin de la violencia en Irán
Por la paz y el fin de toda violencia en Irak
Por el fin de las tensiones entre armenios y azeríes
Por el fin de las tensiones entre serbios y albaneses en Kosovo
Por la estabilidad y la convivencia pacífica en el Líbano
Por la paz en Libia
Por el fin del conflicto de Mali
Por México y el fin de la violencia que provoca el narcotráfico
Por Birmania
Por el fin de los ataques y de la violencia en el norte de Mozambique
Por el fin de las tensiones en Níger
Por la paz y el fin del terrorismo en Nigeria
Por el fin del terrorismo y de los ataques contra los cristianos en Pakistán
Por la paz en la República Centroafricana
Por la paz y el fin de toda violencia en Siria
Por la paz en Somalia
Por el fin de toda violencia en Estados Unidos
Por el fin de la violencia y de la guerra civil en Sudán
Por los acuerdos y las iniciativas de paz de Sudán del Sur
Por el fin de la guerra de Ucrania, para que callen las armas y se encuentre la vía del diálogo
Por la paz en Yemen y por la crisis del mar Rojo
Por la paz y el fin de la violencia que provoca el conflicto entre israelíes y palestinos en Tierra Santa y Gaza, por la liberación de los rehenes, por la protección de los civiles, para que se alcance una tregua y se reanude el diálogo.
Por la liberación de todos los secuestrados en cualquier lugar del mundo
Por los gobernantes, para que lleven al mundo por caminos de paz y de diálogo
Bendice, protege y refuerza, Señor, el servicio de la Comunidad por la paz en todo el mundo. Te pedimos por todos los que trabajan por la paz.
Te pedimos, Señor, por la paz en el mundo y por la protección de la Comunidad. Protege, acoge, acompaña y bendice a los más pobres, a los refugiados y a las víctimas de las guerras. Haz que nos mantengamos unidos a ti a la luz de tu Espíritu. Amén

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