El año 2024 está siendo un periodo de celebración y memoria agradecida para la Provincia de Santo Tomás de Villanueva. Se conmemoran 125 años de la presencia en Brasil y Venezuela y 100 años en Argentina, entre otros hitos. Además, este año está marcado por la finalización de diversas obras de restauración y próximas inauguraciones. Fr. Javier Tello, Prior provincial, ha destacado que “este año es, sin duda, una oportunidad única para fortalecer nuestra misión y renovar el compromiso con los valores agustinianos. No sólo recordamos nuestra historia, sino que reafirmamos nuestra vocación de servicio y nuestra responsabilidad con las comunidades en las que estamos presentes”.
De Cáceres, pasando por Salamanca, Venezuela y Roma hasta Brasil
«Soy de un pequeño pueblo llamado Hernán Pérez, en la Sierra de Gata, en Cáceres (España)», compartió Fr. Javier al rememorar su infancia y sus primeros pasos en la vocación religiosa. Ingresó al Colegio Santo Tomás de Villanueva de Salamanca, donde decidió entregar su vida a Dios en la Orden. Tras completar su formación inicial, sus primeros destinos fueron en España, Venezuela y, posteriormente, en la Curia general de la Orden en Roma, como Secretario general. El 5 de enero de 2019, su vida dio un nuevo giro al ser destinado a Brasil: «No sabía nada de portugués… llegué a la aventura. Después de cinco años aquí, sigo diciendo que hablo un perfecto ‘portuñol’, y siempre se ríen. Pero es verdad. Es una mezcla, pero me entienden, que es lo importante».
Como Prior Provincial, Fr. Javier es responsable de animar la vida y misión de la Provincia en los cinco países en los que está presente: Argentina (6 comunidades), España (11 comunidades), Brasil (14 comunidades), Perú (6 comunidades) y Venezuela (7 comunidades).
Un año de celebración y memoria agradecida: Venezuela, Brasil y Argentina
Durante 2024 coinciden diversos eventos conmemorativos y otros hitos significativos para la Provincia. Uno de los más relevantes fue la celebración del 125º aniversario de la presencia en Venezuela, cuya inauguración tuvo lugar el 5 de diciembre de 2023 en Caracas, en una misa presidida por el Provincial y será clausurado este próximo 5 de diciembre con la presencia del Prior general. En esa ocasión, subrayó que “esta conmemoración no sólo se refiere al pasado, sino que evidencia que el amor sigue avivando los corazones de quienes se han sumado a este camino espiritual. A lo largo de más de un siglo, el llamado a ir más allá persiste, manteniendo viva la llama de la esperanza”. A pesar de los desafíos del contexto venezolano, la celebración se convirtió en un testimonio palpable de cómo esta herencia perdura y sigue inspirando vida. El lema del aniversario fue «125 años, un legado de gratitud y esperanza».
Otra celebración destacada fue la de los 125 años de la llegada de los Agustinos Recoletos a Brasil. Ribeirão Preto y Rio de Janeiro están siendo los escenarios principales de los festejos. Coincidiendo con esta efeméride, en el mes de mayo, se celebró la reinauguración de la Capelinha y del Instituto Agustiniano de Filosofía, en Franca, que, según Fr. Tello, son “un símbolo importante de la misión educativa y formativa de los Agustinos Recoletos en el país”.
A estos eventos se sumará la celebración de los 100 años de la misión de Lábrea, en el Estado de Amazonas que es atendida por a Provincia San Nicolás de Tolentino.
En Río de Janeiro, también se están finalizando las obras del nuevo templo parroquial de Santa Rita de Casia, en la zona de Novo Leblon, La Barra, “el cual atenderá necesidades pastorales, de acción social y acogerá la comunidad que hasta ahora ha vivido en el Colegio Santo Agostinho de Novo Leblon”, comenta Tello. En esta misma ciudad, la Policlínica Santa Mónica que celebró hace poco sus 40 años de servicio a la comunidad, brindando asistencia sanitaria a personas de bajos recursos, será trasladada a un nuevo edificio de cinco plantas dedicado exclusivamente a la atención médica, mejorando su capacidad de servicio. Esto dentro del cierre de los 125 años de nuestra presencia en la Tierra de la Santa Cruz.
El primer centenario de la presencia de los Agustinos Recoletos en Argentina se estará celebrando este próximo año. “En enero de 2025 se dará inicio a las celebraciones en Mar del Plata, con una celebración presidida por el obispo agustino recoleto Mons. Dario Quintana el día 18 y el 19 se inaugurará una exposición fotográfica dedicada a la historia de la Orden en el país”, comentó Tello. Los eventos continuarán durante todo el próximo año.
La importancia de recordar y agradecer la historia vivida
Fr. Javier ha resaltado la importancia de recordar la historia y cómo estos actos de memoria son un motor de esperanza: “Recordar no es solo mirar atrás, sino entender que esa memoria nos impulsa hacia adelante. Como decimos en Venezuela: ‘recordar es vivir’. Esta frase debe ser importante para nosotros, no solo como un acto devocional, sino como una llamada a la acción. Recordar es vivir porque nos conecta con nuestras raíces, con todo lo que hemos recibido de nuestros antecesores, y nos empuja a seguir construyendo la misión que ellos iniciaron. No es sólo revivir el pasado, es tomar en nuestras manos ese legado y hacer que siga vivo en nuestras obras y en nuestra vida cotidiana”.
Tello también ha señalado los retos actuales de la Orden: “Estamos limitados, sabemos que nuestras fuerzas son pocas y que las vocaciones son un desafío, pero seguimos apostando por la misión. Es verdad que no tenemos las casas llenas de postulantes, pero no nos damos por vencidos. La misión sigue adelante porque creemos que la presencia de los Agustinos Recoletos, nuestra vida comunitaria y nuestra dedicación a los más necesitados siguen teniendo sentido dentro de la vida de la Iglesia”.
A pesar de las dificultades en el ámbito vocacional, Fr. Javier se muestra optimista respecto al futuro de la misión de los Agustinos Recoletos. “Sabemos que los retos son grandes, pero seguimos apostando por la unidad, por la fuerza de nuestra comunidad. Cada paso que demos, desde el más pequeño hasta el más grande, lo tenemos que hacer como comunidad, no como individuos solitarios. Este es uno de los grandes retos: que cada misión, cada proyecto, cada trabajo pastoral se lleve a cabo en comunidad, porque si no, no lo estaremos haciendo bien. Si no somos capaces de trabajar juntos, de abrazar nuestros proyectos como un solo cuerpo, no vamos a llegar lejos. Queremos que el futuro de nuestra Orden se construya juntos, con un solo corazón y una sola alma”.