Con motivo de la 62ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el agustino recoleto Fray Fabián Martín, reflexiona a la luz del mensaje del Papa Francisco titulado “Peregrinos de esperanza: el don de la vida”, firmado en Roma, en el Policlínico “A. Gemelli”, el 19 de marzo de 2025. A partir de este texto, nos invita a descubrir la vocación como un regalo que transforma, da sentido a la existencia y nos convierte en testigos de esperanza. Además, ya están disponibles los materiales oficiales para vivir con intensidad la Semana Vocacional 2025.
“La vocación es un don precioso que Dios siembra en el corazón de cada persona”, afirma Fray Fabián en su reflexión inspirada en el mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones de este año. En un mundo herido por el miedo, la soledad y la incertidumbre, el Papa invita a todos los creyentes a reconocerse como peregrinos de esperanza, llamados a hacer de la propia vida un testimonio de gratuidad y entrega.
Este mensaje cobra un valor especial en el marco del Jubileo 2025, cuyo lema es precisamente “Peregrinos de esperanza”. La vocación, ya sea al sacerdocio, la vida consagrada, el matrimonio o la entrega laical, aparece como un camino de plenitud en medio de una sociedad sedienta de sentido.
“La vida es vocación. Hemos sido creados por Dios, que nos ama y nos llama”, recuerda el Papa en su mensaje.
La Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones: una tradición viva en la Iglesia
Año con año se celebra en el cuarto Domingo de Pascua o Domingo del Buen Pastor la Jornada mundial de oración por las vocaciones. Esta iniciativa la comenzó el Papa Pablo VI en el año 1963, y los pontífices sucesivos han seguido animando esta jornada año con año con un mensaje. Y qué duda cabe que cada mensaje representa un ejercicio de discernimiento acerca de lo que el Espíritu Santo va suscitando en la Iglesia respecto a la animación de las vocaciones.
En este año del Jubileo de la Esperanza el Papa Francisco ha dicho en su Mensaje que es propio de los peregrinos de esperanza entregar la vida con generosidad. El quicio de la vocación cristiana es este: la vida es un regalo que ha de entregarse a los demás en el servicio, para que pueda ser vivida con alegría y esperanza. Siempre que el ser humano se cierra en sí mismo y reserva el don de sí para complacer su egoísmo, aparecen la tristeza y la desesperación.
Vocaciones en crisis: desafíos del mundo actual
El Papa es muy realista en su Mensaje con relación a las dificultades que existen para que surjan nuevas vocaciones en la Iglesia: “muchos jóvenes se sienten perdidos ante el futuro. Experimentan con frecuencia incertidumbre sobre su porvenir laboral y, más profundamente, una crisis de identidad, que es también una crisis de sentido y de valores, y que la confusión del mundo digital hace aún más difícil de atravesar. Las injusticias contra los más débiles y los pobres, la indiferencia de un bienestar egoísta y la violencia de la guerra amenazan los sueños de una vida buena que los jóvenes cultivan en su corazón”.
Una esperanza que nace del amor de Dios
Y para realizar esta esperanza, el Papa interpela a los miembros adultos de la Iglesia, en especial a los pastores; a ellos les pide “acoger, discernir y acompañar el camino vocacional de las nuevas generaciones”. Pero también dice a los jóvenes que ellos “están llamados a ser los protagonistas de su vocación o, mejor aún, coprotagonistas junto con el Espíritu Santo, quien suscita en ellos el deseo de hacer de sus vidas un don de amor”.
Pastores y jóvenes: corresponsables en el camino vocacional
Y para realizar esta esperanza, el Papa interpela a los miembros adultos de la Iglesia, en especial a los pastores; a ellos les pide “acoger, discernir y acompañar el camino vocacional de las nuevas generaciones”. Pero también dice a los jóvenes que ellos “están llamados a ser los protagonistas de su vocación o, mejor aún, coprotagonistas junto con el Espíritu Santo, quien suscita en ellos el deseo de hacer de sus vidas un don de amor”.
“acoger, discernir y acompañar el camino vocacional de las nuevas generaciones”.
Para acoger el propio camino vocacional, Francisco recuerda a los jóvenes que la vida en la juventud no es un mientras tanto, sino que “ellos son el ahora de Dios”. Por eso los invita a tomar conciencia de que el don de la vida exige una respuesta generosa y fiel. Y para que se convenzan de esta realidad, pone delante de sus ojos a varios santos y beatos jóvenes que respondieron a la llamada del Señor: santa Rosa de Lima, santo Domingo Savio, santa Teresa del Niño Jesús, san Gabriel de la Dolorosa, los beatos Carlos Acutis y Pier Giorgio Frassati, etc. He aquí la interpelación del Papa: “el mundo necesita jóvenes que sean peregrinos de esperanza, valientes en dedicar su vida a Cristo y llenos de la alegría por el hecho mismo de ser sus discípulos-misioneros”.
El valor del silencio para discernir la vocación
Para discernir el propio camino vocacional, el Papa alerta a los jóvenes: “el mundo los empuja a tomar decisiones apresuradas, a llenar sus días de ruido, impidiéndoles experimentar un silencio abierto a Dios, que habla al corazón. Por lo tanto, tengan el valor de detenerse, de escuchar dentro de ustedes mismos y de preguntarle a Dios qué sueña para ustedes. El silencio en la oración es indispensable para “leer” la llamada de Dios en la propia historia y responder con libertad y de manera consciente”. Y los anima a abrir el corazón a las necesidades de los demás: “quien se pone a la escucha de Dios no puede ignorar el clamor de tantos hermanos y hermanas que se sienten excluidos, heridos o abandonados. Toda vocación nos abre a la misión de ser presencia de Cristo allí donde más se necesita luz y consuelo”.
Acompañar con esperanza: misión de los agentes de pastoral vocacional
Por último, para acompañar el camino vocacional, Francisco se dirige a los agentes de pastoral de las vocaciones en estos términos: “no deben tener miedo de acompañar a los jóvenes con la confianza esperanzada y paciente de la pedagogía divina. Se trata de ser para ellos personas de escucha y acogida respetuosa en las que puedan confiar, guías sabios dispuestos a ayudarles y a reconocer los signos de Dios en su camino”. Y, por esta razón, los exhorta “a que se promueva el cuidado de la vocación cristiana en los distintos ámbitos de la vida y de la actividad humana, favoreciendo la apertura espiritual de cada persona a la voz de Dios”.
Testigos de esperanza: vocaciones que anuncian alegría
El Papa Francisco concluye su Mensaje insistiendo que el mundo necesita testigo de esperanza: “el mundo, muchas veces sin saberlo, busca testigos de esperanza, que anuncien con su vida que seguir a Cristo es fuente de alegría. Por lo tanto, no nos cansemos de pedir al Señor nuevos obreros para su mies, con la certeza de que Él sigue llamando con amor. Queridos jóvenes, encomiendo su camino de seguimiento del Señor a la intercesión de María, Madre de la Iglesia y de las vocaciones. ¡Caminen siempre como peregrinos de esperanza por la vía del Evangelio!”.
• Guía pastoral con dinámicas y celebraciones
• Fichas para trabajar con niños, adolescentes y jóvenes
• Oraciones vocacionales y textos inspiradores
• Carteles, postales y recursos gráficos para redes sociales
Puedes descargar todos los materiales aquí.
Fray Fabián concluye su reflexión con un mensaje claro: “La vocación no es una carga, sino una respuesta de amor. Es el camino para vivir con sentido, construir la Iglesia y transformar el mundo”. La invitación está hecha: dejemos que la semilla de la vocación germine en nuestro corazón y se convierta en esperanza viva para los demás.