El pasado 7 de abril, Fr. Miguel Ángel Hernández, Prior general de la Orden, llegó a la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe, para dar inicio a su visita fraterna a la comunidad Nuestra Señora de Luján.
La jornada comenzó con la oración de vísperas, durante la cual el Prior general dirigió unas palabras de agradecimiento y compartió su entusiasmo por este esperado encuentro con la comunidad rosarina. A continuación, presidió la Eucaristía junto a los fieles de la parroquia.
Finalizada la misa, tuvo lugar una reunión con los responsables de las catequesis parroquiales, desde la etapa pre-bautismal hasta la formación de adultos. El encuentro permitió compartir los métodos pastorales empleados y reflexionar sobre los desafíos que enfrenta la parroquia en la transmisión de la fe.
El día 8 de abril comenzó con una reunión comunitaria en la que se abordaron aspectos fundamentales de la vida religiosa, a la luz del Proyecto de Vida y Misión de la Orden. Al mediodía, la comunidad recibió la visita de Mons. Eduardo Martín, arzobispo de Rosario, quien compartió el almuerzo con los frailes. Este momento fraterno fue una oportunidad para dialogar sobre la realidad eclesial local y conocer las expectativas del arzobispo respecto a la presencia agustino recoleta en la ciudad.
Por la tarde, durante el rezo de vísperas, se celebró una ceremonia penitencial, en el marco de la Cuaresma. Más tarde, el Prior general se reunió con las Madres Mónicas y con la Fraternidad Seglar Agustino Recoleta. La jornada concluyó con la celebración de la Eucaristía en el templo parroquial y un emotivo encuentro con el grupo «Casiciaco Matrimonial», un movimiento con más de treinta años de presencia en la parroquia. Fue una ocasión especial para compartir la mesa, la fe y la vida.
El 9 de abril estuvo dedicado casi por completo al Colegio Nuestra Señora de Luján, que acoge a unos 650 estudiantes desde la primaria hasta la secundaria. El Prior general comenzó el día reuniéndose con el equipo directivo y el CARPE en un diálogo sincero, donde, pese a las dificultades, se manifestó una profunda esperanza.
Más tarde, en el gimnasio del colegio, los alumnos pudieron dialogar con Fr. Miguel Ángel, haciéndole preguntas sobre su vocación y su labor como Prior general. Este encuentro se vivió con cercanía y alegría, fortaleciendo los lazos entre la comunidad educativa y la Orden. La jornada culminó con una Eucaristía y una reunión con el Consejo Pastoral Parroquial, en la que se presentaron los desafíos pastorales de la parroquia.
Finalmente, el 10 de abril comenzó con el rezo de Laudes, momento en el que se dio gracias por la vida de Fr. Ricardo Corleto, prior de la comunidad, en el día de su cumpleaños. Como es tradición, se celebró también la renovación de votos. Tras el almuerzo, el Prior General emprendió el viaje hacia la siguiente comunidad recoleta en la ciudad de Santa Fe.
Esta visita ha sido un verdadero signo de comunión y esperanza, y ha dejado en la comunidad de Rosario el sabor profundo de una fraternidad vivida con alegría y compromiso.