El Prior General de los Agustinos Recoletos, Fray Miguel Ángel Hernández, nos cuenta en primera persona cómo está viviendo la visita de renovación a la Vicaría de Perú de la Provincia Santo Tomás de Villanueva. Tras días intensos en Chota y Cajamarca, ha llegado a Chiclayo, donde ha podido constatar el entusiasmo y la vitalidad de la comunidad local, en la que se percibe con fuerza el legado del ahora Papa León XIV.
El Prior General Fray Miguel Ángel Hernández comparte sus impresiones sobre la visita de renovación que realiza en Perú. Desde Chiclayo, antigua diócesis del Papa León XIV, nos habla de comunidades vivas y una misión llena de esperanza.
Una comunidad que respira fe
“Tenemos una parroquia preciosa, Nuestra Señora de la Consolación, con muchísima actividad, muchísimas pastorales, grupos, movimientos…”, nos comparte Fray Miguel Ángel desde Chiclayo. El entusiasmo de los fieles se percibe en cada rincón:
“una iglesia muy frecuentada en todas las celebraciones, una fila constante en las confesiones, adoración al Santísimo todos los días”.
La comunidad agustino recoleta en Chiclayo, que cuenta con una profunda raíz en la ciudad, sigue siendo hoy un faro de vida evangélica. “Es un privilegio poder trabajar en una comunidad como esta”, afirma con gratitud.
El eco del Papa León XIV en su antigua diócesis
El paso del entonces obispo Robert Prevost por Chiclayo no ha sido olvidado. “La repercusión de la elección del Papa León XIV en estas tierras se nota en todas las iglesias”, destaca Fray Miguel Ángel. En las parroquias hay banners, retratos y hasta imágenes a tamaño natural del nuevo Pontífice:
“la gente está muy orgullosa y muy contenta, porque era muy querido”.
Este clima de cariño al Papa León XIV refuerza el compromiso pastoral de las comunidades que él mismo acompañó, y se convierte en un motivo más de esperanza para la misión que los Agustinos Recoletos continúan en la región.
De la sierra a la costa: misión con identidad
Antes de llegar a Chiclayo, el Prior General había recorrido Cajamarca y Chota, dos comunidades agustino recoletas situadas en la sierra del país. “Cajamarca es un área de misión, donde todo está por hacer”, explica. Allí, los frailes trabajan con entrega en zonas remotas y extensas: “hay que sacar la Iglesia del templo y llevarla a las calles, a las plazas, a las casas”.
En cambio, Chota representa un modelo consolidado: “la marca Agustinos Recoletos en Chota es una marca de prestigio, de buen hacer”. La parroquia Santa Mónica, la sede de ARCORES Perú y la Radio Santa Mónica componen un trípode evangelizador que, según relata, ha servido de inspiración a otras diócesis.
Una misión que sigue
La visita a Perú, marcada por el acompañamiento fraterno y la escucha, es también una oportunidad para renovar el espíritu misionero:
“Gracias por vuestra entrega, Dios sigue haciendo cosas grandes en esta tierra”, concluye Fray Miguel Ángel.
Desde Chiclayo, el Prior General se prepara para continuar su camino. Su paso por el Perú está siendo un testimonio vivo de esperanza compartida, comunión en la diversidad y fidelidad a la vocación evangelizadora de la Orden.
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