Las Juventudes Agustino Recoletas celebran tres décadas de misión y evangelización. Con el lema “Gracias por ser parte de esta historia”, el Movimiento presenta su logo conmemorativo y anima a toda la familia agustino recoleta a unirse a la acción de gracias.
Un camino de 30 años sembrando esperanza
El próximo 20 de julio, las Juventudes Agustino Recoletas (JAR) celebran 30 años de vida, una trayectoria tejida con fe, compromiso y profunda esperanza. Nacido del deseo de acompañar a los jóvenes en su búsqueda de sentido, este movimiento ha sido hogar espiritual, escuela de vida y campo misionero para miles de corazones inquietos.
Desde el Equipo Coordinador de las JAR, se invita a toda la familia agustino recoleta —religiosos, religiosas, laicos, asesores y jóvenes— a dar gracias a Dios por estos 30 años de fidelidad, aprendizaje y testimonio.
“El testimonio de Dios en la vida de los jóvenes ha sido una constante fuente de esperanza”, expresa el comunicado conmemorativo. En efecto, las JAR han sido, en muchas comunidades, semilla de vocaciones, espacio de transformación personal y respuesta concreta al Evangelio.
Un logo con historia y futuro
Como parte de esta celebración, se ha presentado el logo conmemorativo del 30 aniversario. Esta imagen, con un diseño limpio y reconocible, combina los elementos esenciales que identifican al Movimiento: el número 30, el nombre JAR y el logo oficial del movimiento juvenil agustino recoleto, junto al lema de la Orden para el curso 2025-2026: “Anunciar a Cristo en todos los ámbitos donde podamos llegar”.
“Este logo es solo el inicio”, explican desde el equipo coordinador, “una señal que marcará un año de celebraciones, encuentros y actividades que se vivirán en toda la Orden”.
Una historia compartida que sigue creciendo
En su mensaje, Fray Ismael Xuruc, OAR, responsable del Equipo Coordinador de las JAR, expresa su gratitud a todos los que han hecho posible esta historia: “Gracias a todos los fundadores, asesores, jóvenes, religiosas, religiosas, familias y agentes de pastoral que han dado su tiempo, su vida, su corazón”.
La celebración es también una invitación a renovar el compromiso misionero, a seguir acompañando a los jóvenes en su búsqueda de sentido y a vivir el carisma agustiniano con pasión y creatividad.
Bajo el amparo de nuestros patronos
Las JAR ponen esta celebración bajo la protección maternal de la Virgen de la Consolación y la intercesión de sus santos patronos, san Alipio y san Posidio. Con su ejemplo, y la fuerza del Espíritu, el Movimiento mira hacia adelante con renovada ilusión.
“Gracias por ser parte de esta historia. Gracias por seguir siendo esperanza viva en la juventud”.