Kevin Quirós y Graciela González, responsables de comunicación de ARCORES Venezuela, comparten su experiencia de narrar la esperanza en medio de las dificultades. Sus voces nos revelan que detrás de cada imagen y publicación hay rostros, historias y mucho corazón.
Comunicación que transforma
“ARCORES en Venezuela es un granito de arena muy importante”, afirma Kevin Quirós, director de comunicación de la red solidaria. Y ese granito, añade, “día a día va sumando”. A través de las historias, imágenes y publicaciones, el equipo de comunicación acompaña, da visibilidad y construye vínculos que tocan el corazón: “Poder ser esa mano amiga, ese Jesús para el otro, ha sido algo muy bonito”.
Con profunda sensibilidad, Kevin comparte una vivencia que le marcó especialmente: una persona en situación de vulnerabilidad viajó desde Caracas hasta Los Teques solo para recoger alimento. “Ese esfuerzo, esa necesidad, y a la vez esa esperanza, me conmovieron. Me motivan a seguir dando lo mejor”.
Sembrar alegría en medio de la fragilidad
Graciela González, community manager de ARCORES Venezuela, habla con una sonrisa que se siente en sus palabras: “Cada vez que visito una casa hogar salgo con el corazón lleno”. Ver la alegría de los niños, su espontaneidad, sus abrazos que lo envuelven todo, es una experiencia que no se olvida: “Te abrazan como si te conocieran de toda la vida. Eso es algo que llena el alma”.
Para Graciela, comunicar en ARCORES no es solo una tarea técnica. Es también compartir la belleza de la solidaridad, y hacer visible la bondad escondida en tantas personas que, desde su generosidad, “llevan alegría y alivio a quienes más lo necesitan”.
Comunicar el voluntariado, narrar la esperanza
Ambos coinciden en la importancia de la primera experiencia de voluntariado internacional que se está viviendo en Venezuela gracias a la alianza entre ARCORES Internacional y la red EDUCAR. Graciela destaca cómo esta experiencia “marca historia”, no solo por su novedad, sino por el impacto que deja en los niños: “Ese pequeño que hoy recibe clases de inglés o de educación física con personas extranjeras lo va a recordar toda la vida. Es una huella imborrable”.
Un apostolado que narra el Evangelio
En Venezuela, ARCORES no solo alimenta, forma y acompaña. También comunica. Y lo hace desde lo más noble del corazón humano. Detrás de cada publicación, hay una historia. Detrás de cada historia, una persona. Y detrás de cada gesto solidario, una llamada a seguir moviendo corazones y transformando vidas.
Porque comunicar desde la fe también es evangelizar. También es amar.