De Civitate Dei XIV, 13,1
Pensamiento del Dec 20
Ni de tal manera declinó o degeneró el hombre, que del todo fuese nada, sino que, inclinándose a sí mismo, vino a ser menos de lo que fue, cuando estaba unido con Aquel que es sumamente. Dejando, pues, a Dios, pretender instalarse en sí mismo, esto es, complacerse de sí, no es ya ser nada, pero sí acercarse a ella.