El Congreso fue organizado en torno al lema “De la ciudad de los hombres a la ciudad de Dios”. El primer día, o Pe João Batista Libânio, SJ hizo una lectura de la ciudad de los hombres de nuestro tiempo, el segundo, Fr. Heres Drian de Oliveira, OSA hizo la lectura iluminado por el san Agustín del libro de la Ciudad de Dios. En el tercer día se escuchó el testimonio de las Hermanas de la Asunción presentes en comunidades de inserción, de las Oblatas de la Asunción misioneras en Tapauá (Prelatura de Lábrea) y de Mons. José Luis Azcona, amenazado de muerte por su voz profética ante la explotación humana. Los dos primeros días por las tardes se hicieron talleres agustinianos de música, catequesis, ética e informática. Y por las noches se propiciaba la convivencia fraterna con diversas actividades culturales organizadas.
Fuerte presencia
Los agustinos recoletos están arraigados en Brasil, llevan en el país 110 años y están presentes tres provincias. Entre los participantes al congreso estaban Francisco Sevolani Botacim, provincial de la Provincia de Santa Rita y Júlio Amézua, Vicario Provincial de la Provincia de Santo Tomás de Villanueva en Brasil. Asistieron también dos seminaristas de Maringá, 25 laicos de las fraternidades seglares de Franca, São Paulo, Río de Janeiro y Salvaterra (Marajó) y profesores y profesoras de los colegios Santo Agostinho de Leblon y Novo Leblon y de la escuela infantil Santa Mónica de Breves. En el auditorio se anunció la celebración de los 100 años de la restauración la Provincia de Santo Tomás y el 50º aniversario de la creación de la Provincia de Santa Rita.
Mario Aparecido orientó unos talleres sobre el Comentario de san Agustín a la primera carta de san Juan. Sebastián Olalla, miembro de la comisión organizadora, coordinó la liturgia, dirigió unos talleres sobre la música en san Agustín y presentó el proyecto de un “Cancionero agustiniano brasileño” con más de 200 canciones seleccionadas.
FABRA
La FABRA está constituida por 5 órdenes y una congregación de religiosos y 8 congregaciones de religiosas. La mayoría de estas instituciones tienen asociaciones laicales o fraternidades seglares. En Brasil hay actualmente 7 obispos de la familia agustiniana. La presencia vocacional y misionera de estas familias es muy diversa: seminarios, casas de formación, parroquias, colegios, misiones y comunidades de inserción en lugares de frontera.