El obispo de la diócesis palentina, José Ignacio Munilla Aguirre, presidió el pasado 6 de junio, la eucaristía celebrada en la iglesia de Nuestra Señora de la Expectación del convento de las Agustinas Recoletas (más conocida en Palencia como “Capilla de Santa Rita”), una vez abierta al culto tras los cuatro meses en los que se han acometido obras de mejora: nuevo pavimento, arreglo y pintura de paredes y bóveda, así como la instalación de calefacción. Están previstas otras actuaciones en la cubierta actual, por lo que el total del proyecto exigirá una inversión de más de 200.000 euros.
Tanto la iglesia como el convento de las Agustinas Recoletas (comunidad que en la actualidad forman ocho monjas y una postulante) fueron construidos a comienzos del siglo XVII. Este grupo de mujeres consagradas ha puesto a la venta distintos artículos elaborados por ellas para recaudar fondos con los que sufragar las obras.
El 2 de junio el monasterio de las Agustinas Recoletas de Pamplona se vio desbordado por cientos de convecinos que asistían a la conferencia: “Arte y devoción en la Pamplona oculta. Tras las celosías de las Agustinas Recoletas”. El ponente, Ricardo Fernández Gracia, catedrático de Arte e Historia en la Universidad de Navarra, fue entreverando datos de fundación, historia y arte, ilustrando sus palabras con diapositivas del tesoro artístico religioso que forma parte del patrimonio de la comunidad desde hace casi cuatro siglos.
Al día siguiente, la eucaristía de acción de gracias la presidió el arzobispo de Pamplona y Tudela, Monseñor Francisco Pérez González, acompañado por veinticuatro sacerdotes, entre los que se encontraba el prior general de la Orden de Agustinos Recoletos, Javier Guerra y el asistente de la Federación de Monjas Agustinas Recoletas, Jesús Lanao.