P.- ¿Cuál es exactamente su tarea?
R.- El asistente es el que hace de enlace entre la Congregación de Religiosos del Vaticano y la Federación de monjas. Cada uno de los monasterios está sometido al obispo diocesano respectivo. Así lo quiso la fundadora de las agustinas recoletas, madre Mariana de San José (1568-1638). Pero, al mismo tiempo, las monjas se gobiernan por sus propias constituciones, constituciones que son comunes y han sido aprobadas por la Congregación de Religiosos. Esto permite que, a efectos prácticos, los monasterios se puedan asociar y en el marco de esta asociación se entiende la figura del asistente.
Patrimonio Nacional
P.- Estamos hablando de monasterios muy antiguos: ¿Cómo son sus edificios? ¿Qué tal se conservan?
R.- De los 27 monasterios españoles varios han cumplidos los 400 años, aunque también hay otros más recientes. Respecto a su estado, por lo general están muy bien conservados, porque en casi todos se han ido haciendo mejoras. Algunos son edificios nobles, incluso monumentales. Por ejemplo, los dos de Madrid (La Encarnación y Santa Isabel) pertenecen al Patrimonio Nacional. El de Salamanca tiene una hermosísima iglesia, La Purísima. O el de Palencia, junto a la catedral. En general son obras muy importantes y bien cuidadas.
Mayores
P.- Pasemos ahora al elemento humano: ¿Cómo lo describiría?
R.- Las religiosas españolas son mayores: tienen una media de edad que ronda los 70 años; y hay que tener en cuenta que la media la rebajan mucho las extranjeras que, en su mayoría, son jóvenes. Éstas son, en primer lugar, mexicanas, que han venido a echar una mano en los monasterios españoles, pero continúan incardinadas en su convento de origen. Luego hay unas quince indias. Y un buen grupo de africanas, provenientes de Tanzania y Kenia. Últimamente han venido bastantes de Guatemala, sobre todo a través del monasterio de Serradilla (Cáceres). De las 250 monjas unas 70 son extranjeras.
Tesoro
P.- ¿Cuál cree usted que es el principal valor de estos monasterios?
R.- Lo más valioso es esta larga historia, que ha perpetuado en estos conventos el carisma de la Recolección femenina y en torno al cual se ha formado un enorme patrimonio cultural. Es un tesoro que ahora está en riesgo, y bastante serio, a pesar de que las monjas se resisten a dejar sus conventos. Prefieren vivir así, casi en estado agónico, antes que dejar sus monasterios.
Vocaciones
P.- ¿Cuál es su principal problema?
R.- Ahora mismo es el vocacional, que trae consigo un problema humano, pues las monjas ya son muy mayores y no pueden llevar su vida con la vitalidad requerida. Las comunidades cobran un aire un poco mortecino. Algunas de las monjas lo ven con mucha preocupación y angustia: ¿cerramos?, ¿no cerramos? Esperan ayuda de otros lugares. Eso antes era fácil, pero hoy no es así, pues la necesidad es general. La Federación de México viene prestando una ayuda muy generosa desde hace por lo menos 30 años. Ahora las mexicanas siguen viniendo, pero ya menos.
Convivencia
P.- ¿Este nuevo factor de la abundancia de extranjeras, cómo condiciona la vida de los monasterios?
R.- Condiciona particularmente la convivencia, aunque hasta el momento no ha habido problemas mayores. Pero, indudablemente, los usos y la misma mentalidad van a ir sufriendo modificaciones, como consecuencia de las diferentes culturas que se van dando cita en los conventos. Y eso que hasta ahora no ha habido mucha mezcolanza, debido a que los focos extranjeros están bastante localizados: las indias están en determinados conventos, y lo mismo pasa con las africanas.
Filipinas
P.- ¿Usted ha estado recientemente en Filipinas: ¿cómo ha visto el monasterio de Bacólod?
R.- Filipinas lleva ya 17 años desde la fundación. En 2011 consiguió el reconocimiento canónico, de modo que ya no depende de la Presidenta Federal, sino que es monasterio totalmente autónomo. Pero está en una situación bastante precaria. Se creía que en Filipinas habría muchas vocaciones, y no ha sido así. Sí han hecho la prueba muchas jóvenes, pero no han cuajado. En la actualidad hay ocho profesas, pero una está momentáneamente en su casa y otra irá a Kenia a ayudar durante un tiempo.
Kenia
P.- ¿Y el monasterio de Wote, en Kenia?
R.- En Kenia la situación es muy distinta. En el convento de Wote, que de los dos de Kenia es el que corresponde a la Federación de España, hay actualmente unas 25 personas: 10 profesas, cuatro novicias y el resto postulantes. De ellas sólo tres son extranjeras: una mexicana, una española y una filipina.
India y Perú
P.- ¿Hay en perspectivas otras posibles fundaciones?
R.- En la X Asamblea de la Federación (agosto de 2011) se leyó una carta de una religiosa india, avalada por un obispo de aquel país, que solicitaba una fundación allá. Y también hubo otra petición para fundar en Perú. En la Asamblea ambas propuestas se miraron con simpatía, pero también con realismo, reconociendo que ahora no tienen ni el personal ni los medios para realizarlas.