Pregunta.- Después de un año al frente de Haren Alde, ¿qué actuaciones destacaría?
Respuesta.- Cuando yo empecé a trabajar en la ONG había muchos retos por delante. Siguen existiendo la mayoría de ellos, y parece evidente que no podemos plantearnos hacer en 20 meses algunas de las cosas que no se han hecho en 20 años. Sí es cierto que nos hemos fijado una serie de objetivos y trabajamos para alcanzarlos.
Por ejemplo, en la línea de la identificación de la familia OAR con su ONG, hemos hecho un acercamiento físico, una presencia activa y una serie de actuaciones, entre las que podemos destacar: una charla a los 600 jóvenes que se reunieron en la JMJ de Madrid, la instauración del premio a la canción más solidaria en el Festival de la canción de las Juventudes Agustino-Recoletas (JAR) en España, la visita a algunos ministerios de las Misioneras Agustinas Recoletas (MAR) en España, así como la incorporación a la Junta Directiva de la ONG de una vocal de ese Instituto o la visita que hemos realizado a distintos lugares de Brasil y Sierra Leona.
Germán Contreras En el terreno de la profesionalización, hemos formado un equipo de trabajo de laicos en el que trabajamos a tiempo completo dos personas, el director y una responsable de proyectos y de voluntariado. Con nosotros colaboran a tiempo parcial una técnico de proyectos y el encargado de comunicación.
En cuanto al fortalecimiento de la estructura hemos implantado herramientas de gestión que cambian algunas metodologías de trabajo: se ha elaborado el primer plan estratégico de HA 2012 – 2015, el plan de acción anual 2012 o el mayor control y seguimiento mensual de la cuenta de resultados, la gestión de tesorería… Hay una tarea importante de procedimentación que nos va a ayudar a agilizar las tareas y a darle una estabilidad y continuidad al trabajo. Por otra parte hemos implantado una herramienta informática para gestionar de manera eficiente los más de 1.500 apadrinamientos que tenemos en 11 países.
Respecto a la interrelación entre provincias de la Orden, hemos dedicado mucho esfuerzo a la creación de una delegación en Madrid, independiente de la sede central. Lo novedoso y más interesante de este proyecto es que se está trabajando desde el primer momento con la participación de las cuatro provincias de la Orden presentes en Madrid, sumando esfuerzos. Confiamos en que la colaboración y trabajo en equipo de frailes y laicos de cuatro provincias diferentes sea un camino a seguir en el futuro.
P.- ¿Qué proyectos destacaría de los que ahora están gestionando?
Visitando escuelas en Kamalo, Sierra Leona R.- En Haren Alde llevamos a cabo multitud de proyectos de cooperación al desarrollo y acciones solidarias en la mayoría de los países en los que se encuentran las misiones de los agustinos recoletos. Es muy difícil destacar uno, pues detrás de cada proyecto lo que hay son necesidades de la población a la que pretendemos beneficiar, por lo que nos encontramos ante una gran variedad de intervenciones en los sectores más variopintos: desarrollo rural y agrícola en Kamalo y Kamabai (Sierra Leona) así como en Chachapoyas (Perú); infraestructuras de agua potable y saneamiento en Chota (Perú), Alajuela (Costa Rica), Quiché (Guatemala) y Kamabai (Sierra Leona); atención legal, jurídica y psicosocial a víctimas de violencia sexual y sus familias en Fortaleza (Brasil) y en Bajos de Haina (República Dominicana); construcción de viviendas dignas y saludables en Guaraciaba del Norte y Lábrea (Brasil) y en Chota (Perú); construcción de cocinas mejoradas y letrinas en Chota y Cutervo (Perú); intervenciones agrosilvopastoriles y agroforestales en Chachapoyas (Perú); atención a los niños de la calle en Cametá y Marajó (Brasil) así como en Caracas (Venezuela); desarrollo de sectores productivos en Cametá (Brasil) y Chachapoyas (Perú); rehabilitación de farmacodependientes y prevención del uso de las drogas en Quiché (Guatemala) y Cametá (Brasil); mejora de la salud materno-infantil en Bajos de Haina (República Dominicana), Chota (Perú) y Cametá (Brasil); construcción, remodelación y ampliación de escuelas, colegios y universidades en Kamalo (Sierra Leona), Kankintú (Panamá) y Bogotá (Colombia); atención integral a través de centros sociales en Marajó (Brasil) y Caracas (Venezuela); prevención de enfermedades infectocontagiosas en Bacolod (Filipinas) y atención sanitaria general en Bajos de Haina y San Cristóbal (República Dominicana) y en Kamabai (Sierra Leona).
De trabajar en una multinacional a dirigir una ONG
P.- ¿Por qué dejó su cargo de directivo en una empresa multinacional y optó por trabajar en la ONG de los agustinos recoletos?
R.- Hasta hace unos meses trabajaba en una multinacional de gran consumo como director de Trade Marketing. Disfrutaba con mi profesión, me gustaba lo que hacía y aprendí mucho en doce años de intensa trayectoria profesional. Creatividad, responsabilidad, equipos competitivos, fusiones y adquisiciones, viajes por todo el mundo, aprendizaje de distintas culturas, etc. Donde estaba, era feliz, tenía un presente privilegiado y un futuro ambicioso y estable para mí, para mi mujer y mis tres hijos. Pero sentía cómo Dios me pedía otras cosas.
Visitando el taller de carpintería de Kamabay, Sierra Leona Podríamos decir que el cambio en mi vida profesional es el resultado de una cocina a fuego lento. De siempre he tenido el regalo de la fe. Nací en una familia cristiana, en la que mis padres me enseñaron a darle la máxima importancia a las cosas de Dios. A medida que iba creciendo, mi fe lo iba haciendo en paralelo. Colaboraba con algunas obras sociales y vivía la fe en comunidades de vida cristiana… Pero sabía que los talentos son regalados y sentía que mi obligación, como la de todos los cristianos, era poner los muchos o pocos talentos recibidos de Dios al servicio de su Reino. Además, soy fiel partidario de vivir el cristianismo desde la interioridad y espiritualidad, pero sé que está incompleto aquel cristiano que no acompaña el Evangelio con acciones, y me refiero a la acción relacionada con el prójimo.
Y lo más grande estaba por llegar. Hay un momento en que caí enteramente en la cuenta de la inmensidad del tesoro que tenía ante mí, y a partir de entonces ya fue imposible no vender todo lo que tenía para comprar el campo donde estaba dicho tesoro. Y es que, cada vez tenía más sed de Dios. Una vez tomada la decisión y aceptada con todas sus consecuencias, me puse a buscar la oportunidad y a los pocos meses Haren Alde empezó a formar parte de mi vida.
P.- ¿Se siente satisfecho de su decisión y de su trabajo en la ONG? ¿Podría explicarnos cómo ve su trabajo desde la fe, desde la vida familiar y desde un punto de vista económico?
En el Capítulo de las MAR, julio 2012 R.- Sin duda es una decisión muy meditada y reflexionada y, por tanto, asentada sobre roca, por lo que la satisfacción está siendo también la esperada. El trabajo es una dimensión más del ser humano y no se puede desvincular de la persona. Por tanto, la fe está presente en todos los ámbitos de mi vida, también en el trabajo, cómo no.
En mi opinión, desde cualquier posición profesional se puede tener una actitud y una vida evangélica. Ahora bien, la clave está en dejar actuar a Dios. Si le abres la puerta, entrará… y cenará contigo (Ap 3,20). Es posible que haya ambientes profesionales más agresivos (como en el que yo me desenvolvía) en los que sea más difícil encontrar la forma de dejarle actuar, pero yo invitaría a tener la actitud de abrirle la puerta… ya entrará Él.
Por último en cuanto al punto de vista económico no puedo negar que es un cambio, que además afecta a la vida familiar. Afecta muy positivamente, pues nos damos cuenta de cuántas comodidades son absolutamente prescindibles. Teníamos y seguimos teniendo mucho más de lo que necesitamos, así que mientras más reduzcamos, más espacio dejaremos para que Dios inunde nuestra vida familiar.
Sorprendido con el carisma agustino recoleto
P.- Ahora que conoce más a los agustinos recoletos, ¿qué aspectos le han llamado más la atención de su vida y misión?
R.- La prudencia aconseja que una de las primeras acciones cuando se llega a un sitio nuevo sea observar, mirar y escuchar. De tal manera que durante los primeros seis meses uno de los trabajos que afronté fue visitar el mayor número de ministerios que pude en España. Asimismo he podido realizar visitas a Brasil (Río de Janeiro, Marajó, Cametá y Fortaleza) y a Sierra Leona (Kamalo y Kamabai).
Reunión de trabajo con las delegaciones de España. Junio 2012 Después de todo esto, creo que puedo decir que me ha llenado de satisfacción el acogimiento de todas estas comunidades de frailes agustinos recoletos. Para mí ha sido un aprendizaje ver la vida de comunidad, sentirme totalmente integrado en sus rutinas, sus espacios de oración y la familiaridad en el trato. Me ha encantado observar y en ocasiones participar en alegres bromas o apasionadas discusiones como en cualquier familia al uso, siempre desde el cariño y total respeto al hermano.
Como en cualquier familia, hay distintos perfiles de persona según carácter y edades. Supongo que el verdadero éxito está en saber integrar los distintos dones personales y ponerlos al servicio de la comunidad y de la misma Orden: los más jóvenes, el empuje y la visión más globalizada del mundo; los mayores, su experiencia y sabiduría; los más alegres, la sal de la comunidad; los más reflexivos, la pausa… en fin, más o menos como en cualquier familia u organización.
Quiero destacar también la actitud de escucha en cuanto a los asuntos de Haren Alde y el interés por conocer nuestra labor, hasta ahora, también he de decir, bastante desconocida por los mismos frailes. En este sentido tenemos que trabajar mucho y estamos poniendo los medios materiales para mejorar la comunicación interna. ds P.- Usted ha visitado algunas misiones en Brasil y Sierra Leona, ¿podría compartirnos su experiencia?
R.- La experiencia ha sido muy enriquecedora en varios aspectos, pero yo destacaría la vivencia de la vocación misionera. En muchos casos, vidas enteras dedicadas a anunciar a Jesucristo a sus hermanos. Por motivos obvios, yo he profundizado en la labor social que se hace en esas misiones, pero todo está estrechamente relacionado entre sí. ¿Cómo, sino mediante la visión de Dios en el hermano, puede un fraile aguantar toda la limitación humana que ve en la barra de Ceará en Fortaleza, o soportar la convivencia con la muerte diaria del Africa negra, o las interminables horas de navegación por la isla de Marajó, o el contraste de la sobreabundancia del barrio de Leblon con la pobreza de la favela, dos manzanas más allá?
Me ha admirado la paz con que los agustinos recoletos llevan la convivencia diaria con esta miseria (material y humana), su vocación de servicio durante tantos años, así como la generosidad en la entrega y la sencillez de los misioneros, tanto frailes como obispos, que he tenido la suerte de conocer en Brasil y Sierra Leona.
Retos de futuro
Compartiendo con las JAR en la JMJ de Madrid. Agosto 2011 P.- ¿Qué dificultades destacaría en la ONG de los agustinos recoletos y que propuestas sugiere para superarlas?
R.- Un primer reto que se me ocurre es el de trabajar todos por una mayor identificación de la familia OAR con nuestra ONG. He visto, escuchado y a veces intuido que en el pasado no siempre se han hecho las cosas a gusto de todos. No querríamos que nos ocurriera lo mismo. Parte de la dificultad puede ser la concepción que muchos integrantes de la familia OAR quizá tengan acerca del mundo de la cooperación y de lo que es o no una ONG. Por nuestra parte, tenemos claro que somos el equipo de Haren Alde los que tenemos que ocuparnos de ir enseñando lo que hacemos, cómo lo hacemos, para qué lo hacemos, cuáles son nuestros aliados, cofinanciadores, cómo se hace un proyecto de cooperación de principio a fin, etc. No se puede amar lo que no se conoce, y es obligación nuestra ayudar a conocer este llamado tercer sector y el papel que tienen los agustinos recoletos en él.
De ese desconocimiento se deriva a veces otra dificultad. Con frecuencia me he encontrado entre los frailes un cierto desánimo, a la hora de desarrollar proyectos, por no saber cómo se hace. Soy un absoluto convencido de la misión compartida: hay que buscar laicos que ayuden a los religiosos en esta labor social, también en la ejecución de proyectos. En algunos sitios, como Sierra Leona, he visto cuadrillas de albañiles que, gracias a la enseñanza de los frailes, podrían ejecutar obras con independencia. ¿Por qué no rodearnos también de gente que sepa coordinar o ejecutar proyectos? Haren Alde va a brindar formación a las misiones que necesiten ayuda para formar esos laicos comprometidos que hay en todos nuestros ministerios.
P.- En estos tiempos de crisis económica, ¿qué posibilidades de futuro ve para la ONG Haren Alde?
R.- Es indudable que la crisis económica, especialmente en España, ha afectado de manera radical a los fondos (privados y públicos) que sustentaban el sistema de cooperación. Sin ir más lejos los recortes presupuestarios del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación han sido de un 54%, y aún mayores para la AECID (Agencia Española de Cooperación). En HA tenemos planes alternativos para la captación de nuevos fondos que hasta ahora no se habían explotado demasiado (nuevos financiadores públicos, empresas a través de sus departamentos de Responsabilidad Social Corporativa, un plan de captación de socios colaboradores…)
Pero, llegados a este punto, creo que todo el sector, y por supuesto también HA, debe hacer una profunda reflexión sobre su misión. Por descontado que luchamos por sacar adelante proyectos en el llamado Sur del planeta pero, ¿qué hay del Norte? ¿No tenemos también una responsabilidad con aquellos hermanos que tienen las necesidades materiales cubiertas pero no otras dimensiones humanas? En HA estamos convencidos de que el Reino vendrá para todos y de que la solución al problema de la desigualdad de este mundo pasa por la concienciación de los habitantes del Norte. Y éste es también uno de nuestros objetivos.
En este sentido quiero destacar que estamos realizando una exposición itinerante donde procuramos explicar al público el por qué la acción social construye a las personas y a las propias sociedades, y cuál es la labor de Haren Alde. Está disponible para todos nuestros ministerios, y desde el mes de mayo, en que se inauguró, hemos expuesto en varios lugares. Tenemos ya agendados otros varios, entre ellos el Congreso sobre el Centenario del breve Religiosas familias, en Madrid (26-28 octubre próximo).
Expansión internacional en el horizonte
P.- ¿Cómo puede establecerse la ONG de los agustinos recoletos en las 19 naciones en que está presente la Orden y así adquirir una mayor dimensión eclesial? R.- Es cierto que uno de los retos de HA es la dimensión multiprovincial y multinacional. No es menos cierto que hay algunos países (Colombia, México, Costa Rica, Brasil, Panamá o Perú) que, por motivos de política de cooperación, cada vez están menos insertados en los planes directores de cooperación, a pesar de sus enormes desigualdades internas. Actualmente, tanto en Perú como en Brasil ya existe una sede social de Haren Alde con personalidad jurídica propia, y estamos con los trámites para abrir sede en Panamá. A todas estas sedes y a las que vengan hay que dotarlas de los recursos (humanos y técnicos) necesarios para que tengan la capacidad de trabajar en sus propios países.