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Los panameños otorgan a los agustinos recoletos la máxima distinción del país por sus 400 años en el Istmo

La Orden de Vasco Núñez de Balboa es una condecoración nacional de la República de Panamá otorgada a panameños distinguidos en las ciencias, las artes y las letras, y a extranjeros a quienes el gobierno considera acreedores a esta distinción. Se otorga a personas y no a corporaciones, de ahí que sea especialmente significativo que desde la Cancillería panameña ofrecieran a la Orden la posibilidad de concederla de forma póstuma al padre Bernardino García. Con ello, según apuntan exponentes de la Orden en aquella República, además de premiar los méritos de este fraile recoleto que entregó parte de su vida a esta tierra, indirectamente el Estado haría un reconocimiento a la propia Orden, que al presente cuenta allí con una decena de comunidades, entre las cuales destaca el importante colegio San Agustín de la capital y el territorio misional de Bocas del Toro. No sólo eso: dos de las ocho diócesis del país están regidas por obispos agustinos recoletos, José Luis Lacunza Maestrojuán, obispo de David, y Aníbal Saldaña Santamaría, prelado de Bocas del Toro. A ellos hay que añadir el nombre de monseñor José Agustín Ganuza García, prelado emérito de Bocas.

Con motivo de los cuatrocientos años de presencia agustino recoleta en Panamá, la Orden ha organizado diversas actividades que han tenido su punto culminante el pasado mes de octubre, coincidiendo con la reunión del Prior General con los provinciales y vicarios de América y, finalmente, el Congreso Histórico sobre la presencia de los agustinos recoletos en Panamá.

Bernardino García

El pasado 5 de octubre, el salón Padre Benjamín Ayechu de la Universidad Católica Santa María la Antigua (USMA), con la presencia de Andrés Carrascosa, nuncio en Panamá, Miguel Miró, prior general de la Orden, Manuel Beaumont, provincial agustino recoleto, las autoridades de la USMA y muchísimo público, el historiador de la Orden de Agustinos Recoletos Ángel Martínez Cuesta inició el Congreso Histórico con la ponencia: “Los agustinos recoletos en Panamá durante el último siglo: 1898-2012”.

El nombre de fray Bernardino García surge imponente en la historia de los agustinos en esta nación. Fue él quien se mantuvo en pie cuando a su alrededor morían religiosos y laicos víctimas de la fiebre amarilla, en plena construcción del canal francés. Todos se iban. Pero fray Bernardino vio en Panamá un sitio estratégico y decidió quedarse.

Fue capellán del ejército conservador. Atendió en su lecho de muerte al general Carlos Albán, y atendió en sus últimas horas al líder indígena y héroe nacional Victoriano Lorenzo. Cuando Panamá se separa de Colombia, es fray Bernardino quien bendice la nueva bandera y, posteriormente durante siete años, desempeñará importantes cargos nacionales en los campos de la sanidad y la educación. Al final, en 1937, la muerte le sorprenderá en la embajada panameña en Madrid.

Martínez Cuesta cerró su intervención mencionando dos obras recoletas de gran proyección nacional: la construcción del Colegio San Agustín, que aún dirigen los religiosos, y la fundación de la Universidad Católica Santa María la Antigua (USMA). De unas y otras aulas han salido políticos de gran valía, empresarios, padres de familia, literatos, sacerdotes, religiosos y religiosas.

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