Cuenta la madre Mariana cómo la bendijo santa Teresa cuando se encontraron, siendo ella niña. Podría pensarse que, con aquella bendición, la Santa Doctora le traspasó a la futura fundadora recoleta algunos de sus dones místicos. Entre ambas reformadoras castellanas hay un claro paralelismo también en su obra escrita: igual que santa Teresa, la madre Mariana escribió una autobiografía, unas constituciones, un comentario al Cantar de los cantares y un epistolario. Más aún, la altura mística de las dos es equiparable, a juicio de los especialistas.
Mística, reformadora y fundadora
A primeras horas del día 15 de abril de 1638 fallecía en Madrid, rodeada de sus monjas, la madre Mariana de San José, en el siglo Mariana de Manzanedo y Maldonado. De niña había conocido a santa Teresa de Jesús, y nació donde la Santa de Ávila fue a morir: en Alba de Tormes (Salamanca) el 5 de agosto de 1568. Y, lo mismo que la Madre Teresa, entró monja para ser más tarde reformadora y fundadora.
La recolección o reforma de los agustinos se había decidido en Castilla, tanto para la rama masculina como para la femenina, en 1588. Al año siguiente se fundó el primer convento recoleto masculino, en Talavera de la Reina (Toledo), y se hizo entre las monjas un primer ensayo que patrocinó san Alonso de Orozco. Este ensayo no llegó a cuajar, por lo que a comienzos del siglo XVII hizo un nuevo intento el provincial Agustín Antolínez. Siguiendo sus instrucciones, un 16 de abril de 1603, la madre Mariana salía de su convento de agustinas de Ciudad Rodrigo (Salamanca) camino de la primera fundación recoleta, en Éibar (Guipúzcoa). Tras ésta vendrían otras: las de Medina del Campo (1604), Valladolid (1606), Palencia (1610) y, en fin, Santa Isabel (1611) y La Encarnación (1612), estos últimos en Madrid. En ellos, sobre todo, la Madre gozó del apoyo incondicional del rey Felipe III y su esposa doña Margarita, que fundaron y dotaron ambos conventos.
En persona, la madre Mariana de San José sólo fundó media docena de conventos, aunque durante su vida dirigió la fundación de otros varios. En la actualidad, la miran como Madre Fundadora y esperan con ansia sus obras cerca de 500 monjas agustinas recoletas repartidas en 46 monasterios que se localizan en España, México, Estados Unidos, Brasil, Filipinas y Kenia.