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El Prior General promulga el Proyecto de Vida y Misión de la Orden

Aún no habían pasado cinco meses desde la reunión de San Millán, a comienzos de julio. Allí se había elaborado la primera redacción del Proyecto de Vida y Misión de la Orden. Luego aquel esbozo se difundió por las comunidades agustino-recoletas, que se miraron en él para examinar su vida y ver de mejorar el documento. Los retoques y sugerencias de los religiosos se fueron canalizando a través de las ocho curias provinciales de la Orden. Y los priores provinciales las habían trasladado a la Curia General, que ahora las proponía al estudio, en esta segunda reunión, tenida en Roma entre el 17 y el 21 de noviembre.

Pasaban de 600 las propuestas que a los participantes se les distribuía, organizadas y literales, en un cuaderno de casi 80 folios. En ellas estaban representadas la mayor parte de las comunidades de la Orden, y también muchos religiosos que las enviaban a título personal.

Fuera del círculo neurótico

En la alocución con que abrió el encuentro, el Prior General puso de manifiesto esta masiva participación. “Percibo en los religiosos –dijo‑ interés por nuestras obras”. Y no sólo los religiosos. “Nos están pidiendo algo”, añadió refiriéndose a las JAR, a los profesores y a los colaboradores seglares en general. Para concluir: “No podemos defraudarlos”. En consecuencia, apremió a los asistentes a tomar decisiones: “No podemos movernos en un círculo neurótico, cavilando mucho y sin movernos del sitio”. Y, como regla base de la reunión, les trasladó la que el papa Francisco había dado para los debates del reciente Sínodo de la Familia: “Hablad claro y escuchad con humildad”.

Y comenzó el trabajo, bajo la dirección exigente y cercana, incansable y agotadora, del facilitador, Eugenio Ibarzábal.

Enmiendas sobre revitalización

A estas alturas del proceso, para todos los participantes es bien claro que revitalización y reestructuración son cosas bien distintas, y que esta última depende de la primera. Por eso, desde el principio se dejan de lado las enmiendas sobre reestructuración, que sólo se abordarán a partir del cuarto día. Abren el fuego los distintos priores provinciales, que informan sobre cómo han trasladado a sus comunidades lo elaborado en San Millán y lo que han tratado en sus consejos, tanto sobre los ministerios de la propia Provincia como sobre la Orden en su conjunto.

Los días 17, 18 y 19 se dedican a estudiar meticulosamente todas las enmiendas tocantes a la revitalización. Una a una se van leyendo, valorando, votando en cada una de sus variantes; y se van incorporando a lo que será el texto definitivo.

Reestructuración, a partir del cuarto día

El día 20 comienza un apartado nuevo ‑el 9º, titulado “Enmiendas a la reestructuración”‑.  Por su importancia, merece una presentación expresa del Prior General. Pero no se pasa de inmediato a abordar las propuestas llegadas de la base. Primero se contrastan puntos de vista sobre lo que cada uno de los presentes entiende. Se constata la urgencia de la renovación para poder llegar a una reestructuración bien asentada. Se intercambian experiencias, no siempre gratas: “Los mayores impedimentos para la actividad pastoral en un colegio son, irónicamente, los propios religiosos”, confiesa uno de los provinciales.

Y se dedica una intensísima tarde a revisar, mediante un diagrama de relaciones, los criterios de reestructuración establecidos en San Millán. Se sopesan de nuevo, se ajustan, se matizan, se jerarquizan.

Después de toda una jornada dedicada a la reflexión, la del día 21 se reserva a la toma de decisiones. Primero se sistematiza y estudia las conclusiones del día anterior, que configuran un itinerario básico de reestructuración. Y, en la segunda parte de la mañana, se afronta por fin el apartado pendiente del cuaderno de enmiendas. Una a una, las sugerencias llegadas de la base se van considerando y votando hasta lograr elaborar un nuevo cuadernillo de propuestas. Será ya el sexto.

Proyecto de Vida y Misión 2015-2016

La reunión romana concluye apurando los últimos minutos, que se dedican a una revisión apresurada de la redacción. No será suficiente: la revisión estilística última se realizará después en el seno del Consejo General, que se mostrará igualmente escrupuloso en el escrutinio.

El definitivo Proyecto de Vida y Misión para el bienio 2015-2016 es aprobado formalmente en sesión del mismo Consejo el día 4 de diciembre. Y con fecha del 5 de diciembre, Aniversario de la Recolección, es promulgado con mensaje inicial del prior general, fray Miguel Miró.

En su protocolo, Miró enmarca el documento en el contexto del proceso de revitalización que vive la Orden, así como en el Año de la Vida Consagrada decretado para toda la Iglesia. Incide en su “carácter obligatorio para todas las provincias y comunidades de la Orden”. Y lo presenta, en fin, como la forma concreta de vivir hoy el carisma agustino recoleto.

En el momento presente, el Proyecto de Vida y Misión se encuentra en fase de edición e impresión. Su distribución en las tres lenguas oficiales de la Orden ‑español, portugués e inglés‑ se anuncia para los próximos días. Antes estará en formato electrónico a disposición de los interesados.

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