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Miguel Ángel Peralta: “La evangelización fortalece el compromiso de los seglares como miembros indispensables de la Iglesia”

Con ocasión de que la parroquia de Tapauá celebra el 50º aniversario de su fundación, entrevistamos a Miguel Ángel Peralta, agustino recoleto que lleva 27 años en la Prelatura de Lábrea, los cinco últimos como párroco de Tapauá. Con toda amabilidad responde a las preguntas que le formulamos el sitio Web de la Orden de Agustinos Recoletos.

 ¿Cómo comenzó la comunidad cristiana de Tapauá y cuando se creó la parroquia?

El pueblo de Tapauá está ubicado en la desembocadura del rio Ipixuna en el río Purús. Es un espacio encantador. Hasta mitad del siglo XIX el río Purús fue “despreciado” por colonizadores y exploradores ante la inmensidad del río Amazonas y los pueblos indígenas vivieron en paz. Cuando llegó la necesidad del caucho para las ruedas de  los coches, el gobierno de Brasil trajo muchas familias del Nordeste que padecían una sequía trágica  y fueron asentadas en las orillas del río Purús. Con ellos vino la fe cristiana y fueron acompañados de un sacerdote, Francisco Leite Barbosa, para una extensión de más de 300.000 kilómetros cuadros comunicados solamente por canoa. En 1878 fue creada la parroquia de Lábrea y años después la de Canutama. Solamente un sacerdote o dos atendían a los fieles desparramados por los ríos que íban desde los límites con Perú hasta el río Amazonas. En 1926 llegamos los agustinos recoletos a Lábrea y después a Canutama. Pauiní y Tapauá no existían.

En 1955, el gobierno de Amazonas creó el municipio de Tapauá. Hasta entonces las familias que en esa área vivíam eran atendidas religiosamente desde Canutama, por medio de lo que se llamaba las “desobrigas”. El misionero pasaba meses navegando en canoa o en pequeño barco a remo. En uno de esos viajes, a diez horas de donde está situado el pueblo de Tapauá, en Nova Fé, falleció, en 1942, fray Ignacio Martínez.

Cuando fue escogido el lugar donde se asentaría la sede del municipio, aún con muy pocas familias y sin estructura, monseñor José Alvarez mandó dos frailes, Vitorio Cestaro y Augusto Nowacki, en 1963, para que permaneciesen e ir creando las bases de una futura parroquia. El 1 de mayo de 1965, coincidiendo con los cuarenta años de la creación de la prelatura de Lábrea, era creada la parroquia de Santa Rita de Casia de Tapauá, Amazonas, con casi 90.000 kilómetros cuadrados de extensión y actualmente con 19,000 habitantes.

¿Con que pastorales cuenta la parroquia y cuantas comunidades del río atienden?

La Iglesia de Brasil, de la Prelatura y las parroquias hace decenas de años que “huelen a oveja”, están con el pueblo, no son una “iglesia de sacristía”. Las pastorales, que es estar con el pueblo donde el pueblo está, acompañan la vida del ser humano desde el vientre de la madre y el crecimiento de los niños hasta los cinco años: es la “pastoral da criança” y del bautismo. Acompañan su desarrollo en la niñez y adolescencia, con la infancia misionera, catequesis, monaguillos, Centro Esperanza; con la pastoral vocacional, pastoral de los jóvenes, pastoral familiar. Acompaña los diferentes grupos sociales, indios, agricultores, enfermos, presos, ancianos, medicina natural, comunicación, equipos de liturgia, ministros de la Palabra y de la comunión, Legión de María, grupos de novenas, colaboradores económicos para mantener las actividades pastorales y ayudar a los necesitados. Todo ello está coordinado y participado por seglares comprometidos; el sacerdote es solamente el asesor religioso. El órgano más decisivo es el consejo pastoral parroquial a nivel de parroquia, compuesto por los coordinadores de comunidades, pastorales, movimientos y servicios, que se reúne cada dos meses; y el consejo pastoral de la comunidad, abierto a todos los miembros de la comunidad, que se reúne cada dos meses.

La parroquia de Santa Rita de Tapauá es una “comunidad de comunidades”. Hay seis comunidades en el pueblo y treinta y cuatro en los ríos. Las comunidades de los ríos están despoblándose porque la gente busca poder ser atendida cuando está enferma y quieren ver a sus hijos progresando en la cultura, estudiando. Ha crecido el pueblo de Tapauá, lomismo que Manaos y otros pueblos de su entorno, pero van decreciendo las comunidades de los ríos.

¿En estos cincuenta años, qué han aportado los agustinos recoletos a la Parroquia?

Además del anuncio incansable del Evangelio, los misioneros que han vivido aquí se han esforzado en hacer realidad que el mandamiento más importante y por el cual se nos reconoce es el amor de unos para con los otros y especialmente a los más necesitados (opción preferencial por los pobres). Me emociona cuando oigo hablar al pueblo del cariño que los padres tenían por las familias, de cómo se preocupaban por ellas, por la educación, por su salud, por la convivencia, por una vida digna, feliz y con Dios. Ha sido una marca en todas las parroquias de la Prelatura. Algunas personas nos dicen: “Es que los freis son diferentes, se preocupan por todo y por todos”. Hay una anécdota que confirma esto: Los dos primeros agustinos recoletos fuero Frei Vitorio Cestaro y Frei Augusto Nowacki. Era marzo de 1964. Recibieron un dinero para hacer la casa en la que podrían vivir. En vez de hacer la casa, hicieron una escuela para atender a los niños. El alcalde les dejó durante meses vivir en un cuarto del ayuntamiento. Eran directores de la escuela, profesores, médicos, ingenieros…

¿Que tendrían que hacer los agustinos recoletos para revitalizar el espíritu misionero?

La Orden, la familia agustinos recoleta, tiene mucho cariño por lo que tradicionalmente se entiende por “misiones”, los que se llamaban “territorios de misión”, nos “miman”. Lo vemos todos los años y de forma impresionante. Ese “espíritu misionero” tiene que atravesar e estar presente, como la Iglesia nos pide, en todos los lugares donde estamos: en los nuevos fenómenos sociales, en los colegios, en los medios de comunicación, en las parroquias, actividades culturales y sociales, los “nuevos areópagos”… Como primer paso fortalecer la “dimensión misionera” desde la formación, disponibilidad para ir a cualquier ministerio, donde el Señor nos mande;  donde estamos trabajando-evangelizando sentirnos, también, auténticos misioneros, enviados y anunciadores. Misionero no es cosa de unos pocos: “Todos somos misioneros”.

¿No se siente cansado al estar 27 años en la prelatura de Lábrea?

¿Cansado de estar 27 anos? ¿Son muichos? El cansancio no viene por el tiempo que se está en un lugar, sino por el amor, intensidad, ilusión, compromiso que vives tu consagración. Si faltan esas actitudes en seis meses y en cualquier lugar ya quieres cambiar..

Si miramos para la vida, el médico siempre es médico y a veces trabaja siempre en el mismo hospital; el profesor imparte siempre las mismas materias y puede estar un montón de años en la misma escuela y así… Lo fundamental es vivir con pasión renovada lo que estamos haciendo, en cualquier lugar que estemos. El tiempo puede ser importante, pero secundario. Tampoco han sido 27 años en el mismo lugar, sino divididos entre Canutama, Lábrea y Tapauá y con personas diferentes. No, no estoy cansado.

¿Qué religiosos están en la comunidad y de qué nacionalidad? ¿Cómo evangelizan hoy en Tapauá?

Actualmente la comunidad está compuesta por Frei Efraín Cervantes y Frei Miguel Angel Espinosa que son mejicanos y Frei Miguel Angel Peralta de España. El año pasado, 2014, la comunidad comenzó com Frei Artenildo Alves, brasileiro, y Frei Vicente Cadeliña, filipino. Hace cuatro años estábamos tres religiosos de tres nacionalidades diferentes, filipino, mejicano y español y tres religiosas oblatas que ayudan en la parroquia de tres diferentes nacionalidades, brasileña, chilena y congoleña: una gran riqueza cultural.

La evangelización sigue las orientaciones pastorales de la Iglesia brasileña, de la prelatura y las de la Orden, fortaleciendo una iglesia de comunidades de base, el compromiso de los seglares como miembros indispensables de la Iglesia: “Personas humildes, haciendo cosas pequeñas, en lugares poco importantes, consiguen cambios extraordinarios”, se decía en un encuentro nacional de comunidades de base.

 ¿Qué van a hacer para celebrar el 50º aniversario de la parroquia Santa Rita de Tapauá?

El año pasado, 2014, fue declarado “año misionero” como preparación para los 50 años de la parroquia. Fue hecho, también, un sondeo para conocer el número de familias católicas y evangélicas que existen en la parroquia. El consejo pastoral parroquial decidió que los 50 años serían celebrados durante todo el año, con dos datas fundamentales: el 1 de mayo que fue el día de la creación de la parroquia y el día 22 de mayo que es la patrona de la parroquia. La parroquia convida a religiosos y religiosas que evangelizaron en Tapauá para que durante el año vengan y hacer de cada presencia de ellos una “fiesta y celebración misionera”. Desde aquí ya convidamos para que nos acompañen en cualquier momento del año, Tapauá va a agradecer y danzar de alegría, pues por aquí solamente vienen las autoridades religiosas por obligación y las políticas para pedir el voto.

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Datos biográficos de Miguel Ángel Peralta Soret

Nació en Villafranca de Navarra (España), 30 de Marzo de 1953

Profesó en la Orden de Agustinos Recoletos: Profesión Simple en Monteagudo (España): 13 de Agosto de 1972,  Profesión solemne: Marcilla (España): 19 de Octubre de 1975;

Ordenación sacerdotal: En Marcilla (España), el 11 de Julio de 1976.

Estudios: Lodosa (Navarra), 1963-1966; Valladolid, 1966-1969;  Filosofía:  Fuenterrabía-Guipúzcoa, 1969-1971; Noviciado: Monteagudo, Navarra, 1971-1972; Teología: Marcilla, Navarra, 1972-1976. Valladolid: Escuela de Profesores- Magisterio (Filología Inglesa 1980-1983); Licenciatura en Historia Contemporánea (Universidad de Valladolid-1984-1987)

Destinos: Lodosa-Navarra 1976-1977; Valladolid 1977-1988; Canutama-Amazonas 1988-1997 Lábrea, Amazonas; 1997-2010; Tapauá, Amazonas: 2010-2015.

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