La Fraternidad Seglar Agustino Recoleta celebra de modo especial la festividad de Santa Magdalena de Nagasaki. La mártir japonesa y patrona del movimiento laical sigue marcando la vida de miles de personas, siglos después de su muerte.
Si hay un santo agustino que atrae especialmente a los miembros de la Fraternidad Seglar Agustino Recoleta, ese es Santa Magdalena de Nagasaki. La joven japonesa, martirizada en 1634, es la patrona de la FSAR. Fue torturada cuando tenía 23 años después de que ella misma se entregara a las autoridades, que la perseguían por ser cristiana. Antes de morir realizó sus promesas como miembro del movimiento laical, entonces conocido como «terciarios agustinos recoletos». Su testimonio de vida y entrega a la fe sigue espoleando las vidas de los seglares que deciden seguir a Cristo según el carisma agustino recoleto.
Rosanna Pucarelli, brasileña, forma parte de la FSAR desde el 5 de mayo de 2019. Supo de la Fraternidad Seglar cuando, trabajando con las Juventudes Agustino Recoletas del Colegio Santo Agostinho de Novo Leblo (Rio de Janeiro, Brasil), pensaba cómo podrían los jóvenes continuar con su camino de fe una vez concluyeran el itinerario JAR. Indagó en el sentido de la FSAR para que aquellos jóvenes pudieran avanzar como seglares. «Di mis propios pasos, abriéndome camino en la espiritualidad agustino recoleta, sumergiéndome cada vez más profundamente, enamorándome de todo lo que conocía y vivía», relata. Así dio el paso junto a esos jóvenes y fundaron la FSAR de Novo Leblon.
En su preparación para entrar en la Fraternidad Seglar, Rosanna tuvo que conocer la vida de los santos agustinos recoletos; entre ellos, la historia de Santa Magdalena de Nagasaki. «Su juventud y determinación son especialmente inspiradoras», explica. De todos los aspectos de la vida de la mártir, destaca especialmente «el coraje de permanecer fiel» dando testimonio de su fe: «Esto es hermoso». Asimismo, es importante para Rosanna el hecho de que «fuera una de las primeras personas que se unieron a la FSAR».
Aun hoy, siglos después y a miles de kilómetros, los compañeros de Rosanna y ella misma siguen teniendo a Santa Magdalena de Nagasaki como un referente en su vida. «Buscamos permanecer firmes en nuestra fe, como Santa Magdalena», se propone, especialmente en este tiempo de pandemia. Añade que, a ejemplo de la mártir, desean ser «valientes para cumplir nuestra misión y perseverando en la comunidad que nos sostiene». A ella se encomendaron cuando realizaron las promesas y en ella siguen buscando fuerza.
A través del apostolado, la formación y la oración comunitaria, la comunidad de la FSAR, que apenas tiene un año, ha ido creciendo. También fijándose en la vida de los otros santos agustinos. «Conocer la historia de los Santos que nos precedieron es sin duda una de las formas más eficaces de inspirarnos para llegar también a la Santidad», indica.Dio a conocer la historia de los santos de la Orden en clase, dando a conocer a esos religiosos y laicos que han hecho de su vida un modelo para seguir a Cristo.
Como Rosanna, miles de miembros de la FSAR celebra este 20 de octubre la festividad de su patrona, reclamando su protección para cada día de su vida: espiritual y personalmente. Silgos después, Santa Magdalena de Nagasaki sigue viva en los corazones de personas que, como ella, han decidido seguir a Cristo.