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40 frases de San Agustín para cada día de la Cuaresma

Miércoles de ceniza

«Tenéis el deber de ofrecer a Dios obras que vayan de acuerdo con estos días del calendario» (Sermón 206, 1).

Jueves de ceniza

«La vida en este mundo es tiempo de nuestra humillación; no otra cosa simbolizan estos días» (Sermón 206, 1).

Viernes de ceniza

«Añadamos a nuestras oraciones la limosna y el ayuno, cual alas de la piedad con las que puedan llegar más fácilmente hasta Dios» (Sermón 206, 2)

Sábado de ceniza

«Las tentaciones del mundo, las asechanzas del diablo, la fatiga de esta vida, los placeres de la carne, el oleaje de estos tiempos tumultuosos y todo tipo de adversidad, corporal o espiritual, han de ser superados, contando con la ayuda misericordiosa de Dios nuestro Señor, mediante la limosna, el ayuno y la oración» (Sermón 207, 1)

Primer domingo de Cuaresma

«Si debemos ser humildes de corazón y estar llenos de afecto de la verdadera piedad durante toda nuestra peregrinación, que transcurre en medio de tentaciones, ¡cuánto más en estos días, en que no sólo se vive, sino también se simboliza en la celebración este tiempo de nuestra humillación!» (Sermón 206, 1).

Lunes de la 1ª semana de Cuaresma

«La humildad de Cristo nos enseña a ser humildes, porque él al morir cedió ante los impíos; su grandeza nos hace grandes, porque él al resucitar precedió a los justos» (Sermón 206, 1)

Martes de la 1ª semana de Cuaresma

«Se nos presentan personas necesitadas, y también nosotros lo somos; demos, pues, para recibir» (Sermón 206, 2)

Miércoles de la 1ª semana de Cuaresma

«Pasados los días de nuestra humillación llegará el tiempo de nuestro ensalzamiento» (Sermón 206, 1)

Jueves de la 1ª semana de Cuaresma

«Vive siempre así, ¡oh cristiano!, en este mundo. Si no quieres hundir tus pasos en el fango de la tierra, no desciendas de esta cruz» (Sermón 205, 1)

Viernes de la 1ª semana de Cuaresma

«Cuantos se abstienen de carnes para buscar otros manjares de más delicada preparación y de mayor precio, caen en un grave error. Eso no es abrazar la abstinencia, sino cambiar el objeto del placer» (Sermón 209, 3).

Sábado de la 1ª semana de Cuaresma

«Contra la dejadez, esté alerta la memoria; contra la obstinación, la misericordia, y contra la vergüenza soberbia, la prudencia humilde» (Sermón 209, 1).

Segundo domingo de Cuaresma

«¿Qué decir ahora de aquella obra de misericordia que no comporta sacar nada ni de la despensa ni de la cartera, sino sólo extraer del corazón lo que comienza a ser más dañino si queda ahí dentro que si sale fuera?» (Sermón 208, 2)

Lunes de la 2ª semana de Cuaresma

«Entreguémonos con fervor a estos dos modos de limosna: el dar y el perdonar, nosotros que pedimos al Señor que nos otorgue sus bienes y no nos pida cuenta de nuestros males» (Sermón 206, 2)

Martes de la 2ª semana de Cuaresma

«¿Qué misericordia pudo descender sobre los desdichados mayor que aquella que hizo bajar del cielo al creador del cielo y revistió de un cuerpo terreno al creador de la tierra?» (Sermón 207, 1)

Miércoles de la 2ª semana de Cuaresma

«Nuestra oración, hecha con humildad y caridad, con ayuno y limosnas, templanza y perdón, practicando el bien y no devolviendo el mal por mal, alejándonos del mal y entregándonos a la virtud, busca la paz y la consigue» (Sermón 206, 3)

Jueves de la 2ª semana de Cuaresma

«Estas son las dos alas de la oración con las que se vuela hacia Dios: perdonar al culpable su delito y dar al necesitado» (Sermón 205, 3).

Viernes de la 2ª semana de Cuaresma

«Ahora nos hallamos todavía envueltos en la fatiga de la tentación, necesitando el perdón de los pecados» (Sermón 210, 8).

Sábado de la 2ª semana de Cuaresma

«El cristiano debe permanecer siempre pendiente de esta cruz durante toda esta vida, que transcurre en medio de tentaciones» (Sermón 205, 1).

Tercer domingo de Cuaresma

«No despreciemos a nuestro Dios necesitado en la persona del pobre, para que cuando nos sintamos necesitados, nos saciemos en quien es rico» (Sermón 206, 2).

Lunes de la 3ª semana de Cuaresma

«Ayunemos también con la humildad de nuestras almas al acercarse el día en que el maestro de la humildad se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte de cruz» (Sermón 207, 2).

Martes de la 3ª semana de Cuaresma

«Si la ira ha permanecido en el pecho de alguno hasta hoy, expúlsela al menos ahora, próximo ya el día de la pasión del Señor, quien no se encolerizó contra sus asesinos» (Sermón 208, 2)

Miércoles de la 3ª semana de Cuaresma

«He aquí el motivo por el que Cristo, que se dignó nacer como hombre, no rechazó el ser tentado como hombre: para que el cristiano, amaestrado por su ejemplo, pueda vencer al tentador» (Sermón 210, 3).

Jueves de la 3ª semana de Cuaresma

«¿Hay forma más justa de gastar lo que os ahorráis con vuestra abstinencia, que haciendo misericordia?» (Sermón 208, 2).

Viernes de la 3ª semana de Cuaresma

«Nuestra misma oración se convierte en limosnera cuando se eleva no sólo por los amigos, sino hasta por los enemigos» (Sermón 207, 3).

Sábado de la 3ª semana de Cuaresma

«La escasez voluntaria del rico sea abundancia necesaria para el pobre» (Sermón 210, 12).

Cuarto domingo de Cuaresma

«Con plena confianza pedimos a Dios que nos perdone, pero a condición de perdonar también nosotros; si no perdonamos nosotros, no soñemos en que se nos perdonen nuestros pecados, no nos hagamos ilusiones» (Sermón 211, 1).

Lunes de la 4ª semana de Cuaresma

«No es ningún descaro que el hombre pida a Dios misericordia, si él no la ha negado a otro hombre» (Sermón 207, 3).

Martes de la 4ª semana de Cuaresma

«Nuestra oración sube al cielo con la ayuda de las piadosas limosnas y de los parcos ayunos» (Sermón 207, 3).

Miércoles de la 4ª semana de Cuaresma

«Todo el que ayuna como es debido, o bien busca humillar su alma, desde una fe no fingida, con el gemido de la oración y la mortificación corporal, o bien pasa del placer carnal hasta sentir hambre y sed» (Sermón 210, 4).

Jueves de la 4ª semana de Cuaresma

«Resida en el alma amansada y humilde la misericordiosa disponibilidad para el perdón» (Sermón 210, 12).

Viernes de la 4ª semana de Cuaresma

«¿Puede llamarse cristiano quien no quiere dar fin, ni siquiera en estos días, a la enemistad, que nunca debió dejar existir?» (Sermón 210, 12).

Sábado de la 4ª semana de Cuaresma

«En su pasión nuestro Señor Jesucristo pone ante nuestros ojos las fatigas y dolores del mundo presente; en su resurrección, la vida eterna y feliz del mundo futuro» (Sermón 211 A, 1)

Quinto domingo de Cuaresma

«En la medida que tenéis caridad, hermanos, ejercitadla viviendo bien, y en la medida en que os falte, conseguidla con la oración» (Sermón 209, 1).

Lunes de la 5ª semana de Cuaresma

«¿Caminas tranquilo odiando a tu hermano? ¿Rehúsas reconciliarte con él a pesar de que Dios te concede tiempo para ello?»

Martes de la 5ª semana de Cuaresma

«No os avergoncéis de pedir perdón» (Sermón 211, 4).

Miércoles de la 5ª semana de Cuaresma

«Cuando el Apóstol decía ‘Despojaos del hombre viejo y revestíos del nuevo’, no mandaba despojarse del cuerpo, sino cambiar a una vida más santa» (Sermón 218 A).

Jueves de la 5ª semana de Cuaresma

«La multitud de los herejes pueden dividir, por tanto, los sacramentos de Cristo, pero ningún fiel rasga o divide la caridad de Cristo» (Sermón 218 B, 2).

Viernes de la 5ª semana de Cuaresma

«El Hijo único de Dios y coeterno con el Padre hasta sufrió la muerte de manos de quienes fueron creados por él» (Sermón 218 C, 1)

Sábado de la 5ª semana de Cuaresma

«Perdonándonos mutuamente cualquier queja que uno tenga contra otro, celebremos con confianza la Pascua, celebremos con confianza la pasión de quien, sin deber nada, pagó el precio en vez de los deudores» (Sermón 211, 6).

Domingo de Ramos

«Llevar la propia cruz equivale, en cierto modo, a dominar la propia mortalidad» (Sermón 218, 2).

Lunes Santo

«Si estás dispuesto a perdonar, ya has perdonado. Pero tienes algo todavía por lo que orar; ora por él para que te pida perdón» (Sermón 211, 5).

Martes Santo

«El trabajo que Dios realiza en ti, y que ni por un momento cesa, consiste en extirpar con su palabra los males que hay en tu corazón» (Sermón 87, 1).

Miércoles Santo

«Cuando el hombre, por amor a sí mismo, entrega su corazón a las cosas de fuera, se pierde entre el humo de esas cosas» (Sermón 96, 2).

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